La situación de la casa rectoral de Cangas vuelve a preocupar a los vecinos de la calle Real. Después de haber sido vaciada hace seis años y dejar solo en pie la fachada, que permanece apuntalada desde abril de 2010, la estructura presenta problemas cada vez más inquietantes. Un grupo de vecinos se dirigió al alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, (ACE) para exponer el peligro de derrumbe de la fachada de la casa rectoral, donde los puntales de hierro que se utilizaron para mantener en pie la fachada están ya llenos de óxidos y las paredes de piedra muestran signos de desgastes preocupantes, al menos eso es la impresión que tienen los lugareños.

El regidor cangués solicitó un informe a la arquitecta del Plan Especial de Reforma Interior del Casco Vello (PEPRI) con el fin de que redacte un informe sobre la seguridad que ofrece en la actualidad la fachada, sobre todo el balcón, que es la parte que quedó más expuesta a la vía pública. Nunca se supo muy bien la razón por la que no se derribó el balcón y se prefirió apuntalarlo, porque es la parte de la fachada que más riego representa. No hay que olvidar que la calle Real es una de las más concurridas de la villa.

Estado de ruina

Como recuerda el alcalde de Cangas, la Iglesia cumplió la orden que el Concello de Cangas, gobernado en ese momento por Clara Millán (BNG), le había dado de apuntalar la fachada ante el riesgo de que se desplomara. Pero la encomienda no fue cosa fácil. Fue necesario declarar el inmueble en ruina para que el Concello pudiera actuar ante la pasividad de la Iglesia. Ese año, el 2010, las procesiones de Semana Santa a punto estuvieron de cambiar de ruta ante el peligro que representaba el estado de la casa rectoral. En los acuerdos de 2010 entre Iglesia y Concello de Cangas se dejaban constancia de que la primera debía recuperar totalmente la fachada e incluso restaurar por completo el inmueble. Pero después de seis años no sucedió ni una cosa ni la otra.

Inmueble protegido

Ni antes ni ahora el Concello de Cangas está por la labor de tirar la fachada casa rectoral de Cangas. Es un bien patrimonial y arquitectónico del municipio que se inscribe dentro del PEPRI del casco vello de Cangas, por lo que está protegido.

Los técnicos tienen que volver a examinar la seguridad de lo que queda del inmueble. No solo porque las quejas vecinales van en aumento, sino porque es obligación del Concello velar porque el andamiaje instalado se mantenga en buen estado y porque esta situación provisional no se puede convertir en algo permanente. La propia Ley do Suelo de Galicia es contraria a permitir situaciones como la que ofrece la fachada de la rectoral.