La construcción del vial que permita descongestionar el centro de Cangas del denso tráfico que soporta, especialmente en los meses de verano, podría estar un poco más cerca. La conselleira de Infraestruturas e Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, Ethel Vázquez, confirmó al alcalde cangués, Xosé Manuel Pazos, que la redacción del proyecto de la primera fase de la circunvalación está finalizado y que el presupuesto del mismo se dispararía hasta los tres millones de euros. Pazos aprovechó la reciente visita de la titular del departamento autonómico a Moaña -donde anunció el cierre parcial del Corredor do Morrazo - para preguntar por una infraestructura que el gobierno cangués considera "absolutamente fundamental" para el municipio y de la que no se tenían noticias en los últimos meses.
El alcalde cangués emplaza a la Xunta a acelerar los trámites para que la circunvalación sea una realidad, comenzando por la publicación de un proyecto que por el momento no ha visto la luz, y continuando por la inclusión de esta obra en los presupuestos autonómicos de 2017 con una partida que garantice su construcción. Pazos apunta que entiende "as présas para desdoblar o Corredor en autovía", pero subraya que la circunvalación canguesa "é un servizo complementario e nos urxe. Se o proxecto está terminado hai que facelo público e seguir a tramitación canto antes".
Los tres millones de euros de coste de esta primera fase parecen superar las previsiones iniciales de gasto de la Consellería de Infraestruturas e Vivenda para un proyecto que permitiría acometer la reordenación del tráfico en Cangas para hacerlo más asumible. Inicialmente se había anunciado que el proyecto estaría listo durante el verano, por lo que, ante el retraso, Pazos se interesó por su situación actual. "É unha infraestrutura vital para Cangas", subraya el alcalde.
La primera fase del proyecto de circunvalación de Cangas unirá el centro del municipio, desde la avenida de Marín, con la PO-551 a la altura de San Pedro. El tráfico se regulará allí con una rotonda que iría situada en las proximidades del Bar Anuska. El tramo tendría cerca de un kilómetro de longitud y contaría con dos rotondas. El primer subtramo iría desde la rotonda de la PO-551 hasta otra que se construiría en la carretera Avenida de Lugo-Coiro (EP-1001) a la altura de la parcela donde estaba situada la antigua piscina Banana, con unos 600 metros de longitud en total. El segundo subtramo uniría esta rotonda con la parte alta de la avenida de Marín pasando por Reboredo, y cubriría una distancia de aproximadamente 330 metros.
Vía urbana
La peculiaridad del nuevo vial es que, tal y como había solicitado en su momento por unanimidad la corporación de Cangas, será una vía abierta y urbana, con aceras y permitiendo el acceso a las fincas de los vecinos.
