La empresa Sanibrón presentó la demanda en el Contencioso-Administrativo en 1995 para cobrar una deuda del Concello de Moaña de 66.823 euros (11.118.457 de las antiguas pesetas) por las obras de bacheo del vial del Redondo. Era la época en la que los empresarios hacían cola ante los Concellos para cobrar las obras. Pasaban meses y años, incluso muchas empresas desaparecieron en este tiempo. Sanibrón presentó el recurso por el silencio administrativo del Concello tras instar al pago de dicha cantidad en 1993. La sentencia de 1998, el Contencioso estimó parcialmente el recurso de la empresa y condenó al Concello a pagar esos 66.823 euros más el interés legal a dicha cantidad desde el 10 de febrero de 1996 hasta esta sentencia. Al poco tiempo llegó un embargo del Juzgado de lo Social de Vigo sobre la cantidad adeudada por el Concello para abonarle en su cuenta debido a una reclamación de los trabajadores.

Fue en 2014 cuando estando José Fervenza en la alcaldía se responde al Juzgado de lo Social que debido a la falta de tesorería municipal y no estar en los presupuestos municipales, prorrogados desde 2011, es difícil cumplir con la sentencia, por lo que se proponía el pago de la deuda en dos palzos: uno en enero de 2015 y el restante en julio del mismo año. A finales de 2014, el Juzgado accede a la petición de plazos. El problema surge cuando ni el Concello ni el Juzgado de lo Social comunican estos pagos al TSXG que continúa con el procedimiento de ejecución de la sentencia, con multas coercitivas y da traslado a la fiscalía por si se trata de un delito de desobediencia como así finalmente lo consideró. desde el Concello se presentó recurso parapara el sobreseimiento y archivo de la causa, que fue rechazado. El letrado municipal alegaba que la falta de comunicación no puede determinar en absoluto la presunción de este delito, por cuanto además se cumplió la orden de embargo.