Los bañistas regresaron ayer a la piscina municipal de Cangas, "A Balea", que recuperó la plena actividad tras dos meses cerrada para afrontar unas reformas que se prolongaron más del doble de lo previsto y que no se han ejecutado en su totalidad, según reconocen los responsables municipales, que apuntan a que esos "flecos" pendientes -es el caso de la instalación de una escalera que debe comunicar por el interior las dos plantas del gimnasio- podrán terminarse en las próximas semanas sin afectar a las actividades en curso.

El jueves, el concejal de Deportes, Xoán Chillón, anunció que Sanidade ya había dado su visto bueno, por escrito, a las instalaciones y los vasos estaban aptos para recibir a los bañistas, aunque las actividades dirigidas en agua, como el Programa de Natación Escolar, no comenzarán hasta el lunes, según anuncian desde ese departamento municipal.