Los bateeiros que trabajan en la ría de Aldán pudieron volver a extraer mejillón para su comercialización en los últimos días, por primera vez desde el mes de marzo. Y es que ambos polígonos situados en esta ría estaban afectados desde entonces por la toxina. Prácticamente todos los viveros de la comarca están ya abiertos, desde que se sucediesen a finales de septiembre la apertura de todos los polígonos de la ría de Vigo con excepción de uno de los ubicados frente a Liméns, que también reabrió la pasada semana y que cuenta con 40 bateas que estaban cargadas de producto con el tamaño perfecto para su venta.
Se intensifica así la extracción y comercialización de bivalvo en los muelles de Moaña justo en las primeras semanas del inicio del periodo de exportación al extranjero, predominantemente a Italia.
Los análisis realizados la semana pasada por los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) permitieron reabrir los dos polígonos de bateas de Aldán, denominados Cangas A y B. También permitieron abrir el Bueu B. Se trata del primero de los sectores ubicados frente a la costa buenense en el que se puede faenar desde marzo. Los otros dos se mantienen cerrados.
La remisión de la toxina es paulatina desde el mes de septiembre, cuando los bateeiros temían nuevos cierres que afectasen a la campaña de exportaciones.
Ahora, el traslado de bivalvo en camiones a Italia será una constante si las condiciones lo permiten y se intensificará con la cercanía de la campaña de Navidad, que supone el punto más alto de negocio para un sector clave en la economía de O Morrazo.
Aunque las bateas se encuentran cargadas de producto, desde las cooperativas de mejilloneros reconocen que perdieron mucho mejillón en las áreas cerradas durante tantos meses, por desprendimiento del producto de mayor tamaño.
Controles
A falta de los dos sectores de Bueu cerrados todas las zonas de producción de molusco en las que operan los bateeiros de la comarca están plenamente operativas. Los biólogos del Intecmar siguen realizando controles diarios. En los últimos días se pusieron a prueba la calidad de las aguas en el entorno de los polígonos ubicados entre la costa de Domaio y el litoral de Cangas. También están abiertos los situados en la ensenada de San Simón.
En A Mosqueira desde finales de septiembre la actividad es frenética, con la salida de camiones durante toda la mañana. Los que se dirigen a Italia son los de mayor tamaño, que cargan más de 2.000 sacos con 11 kilos de mejillón cada uno.
