El presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra, José Antonio Gómez, reconoce que la normativa que regula los planes de seguridad para la navaja y el erizo es "moi esixente". "A responsabilidade recae sobre as confrarías, cando neste caso non teñen nada que ver coa actividade en sí", explica. En la reunión de hoy se analizará el resultado de la reciente reunión con el Ministerio de Fomento, que podría acceder a la retirada del buceador de socorro.

Desde la federación entienden que la solución pasa por la redacción de una nueva normativa hecha ex profeso para los recolectores submarinos y que no se les aplique la de los buceadores profesionales. "Ademais en todo caso, a responsabilidade en caso de accidente debe ser do armador e non da confraría, como pasa no resto de oficios", argumenta José Antonio Gómez.

Algunas de las exigencias que rodean estos planes de seguridad bordean lo absurdo, según argumentan los profesionales. Cada barco tiene que tener su propio seguro de responsabilidad civil, pero además cada buceador debe tener contratado el suyo propio e individual. "Es algo que no tiene sentido y hemos pedido muchas veces a Capitanía que nos lo quite. ¿A quién le vamos a hacer daño retirando con nuestras propias manos las navajas del fondo del mar", insisten.

Unión

La decisión de firmar o no el plan de seguridad corresponde a cada cofradía, pero en el caso de la ría de Pontevedra el plan de explotación es conjunto y agrupa a todos los pósitos de la ría. Fuentes del sector temen la posible desunión entre los pósitos de las distintas rías reclaman una posición común para que la Consellería do Mar y Ministerio de Fomento acuerden la aprobación de unos requisitos más acordes a su actividad profesional.