El vecino de Cangas detenido en la madrugada del martes al miércoles tras una pelea en el entorno de la Praza das Pontes pasó ayer a disposición judicial y estaba previsto que quedase en libertad provisional a primera hora de la tarde. La jueza y la Fiscalía, después de escuchar tanto su relato como el de otro testigo, y tras el interrogatorio de la Guardia Civil a la otra persona implicada no ven de momento motivos para su ingreso en prisión. El caso se instruye desde el Juzgado número 1 de Cangas y el presunto delito que la Guardia Civil le atribuye al acusado es homicidio imprudente en grado de tentativa.

El suceso ocurrió pasada la medianoche del martes al miércoles en el establecimiento Licencia 45 y en el entorno de la Praza das Pontes, donde se halla situado. Las versiones hasta el momento son contradictorias, aunque hay algunos hechos que presuntamente corroboran el testimonio del propietario del local, M.P.N., que era el único detenido.

El acusado, de 35 años, explicó que el supuesto asaltante, C.S.S., le abordó y le puso una navaja en el cuello exigiéndole que llamase por teléfono a su mujer (a la de C.S.S.), algo a lo que se habría negado. Según las pruebas aportadas ayer en el juzgado, M.P.N. presentaría en el cuello marcas evidentes de que había sido herido con una navaja.

La versión que explicaron el acusado y el testigo apunta que se produjo un forcejeo y que M.P.N. logró arrebatar el arma blanca a su supuesto asaltante. Acto seguido entró en el bar para instar a sus empleados a que llamasen a las fuerzas de seguridad. Sería en este momento cuando C.S.S. entra en el establecimiento y prosigue la discusión, aunque de momento no quedó claro en qué instante ni como se produjo la herida en el cuello del presunto asaltante, que tuvo que ser ingresado y operado el miércoles en Povisa.

La versión que el herido prestó ante la Guardia Civil difiere completamente y, según fuentes cercanas a la investigación, presenta varias contradicciones. C.S.S. habría asegurado que tres hombres se bajaron de un coche de alta gama y que le habían atacado por la espalda. A continuación lo habrían tirado al suelo y lo redujeron colocándole las rodillas sobre el cuello.

Debido a estas contradicciones y a las versiones coincidentes aportadas por M.P.N. y el otro testigo el juzgado que instruye el caso acordó dejar en libertad al acusado. Incluso la propia Fiscalía, que habitualmente solicita el ingreso en prisión en la mayoría de sus comparecencias, ayer no pidió esta medida para M.P.N.