"Es muy mansa y aunque no he probado a soltarla estou seguro de que andaría detrás de mí. De hecho ya lo hace en la finca", afirma Francisco García, el joven que se encontró con la burra el pasado 15 de agosto. Lo hizo en las inmediaciones del área recreativa de Chans, en el Camiño de Monte Castelo, con el animal tumbado y mostrando síntomas de desnutrición. Sin dudarlo, decidió llevarlo hasta una finca próxima para suministrarle comida y agua hasta que apareciese el dueño, una circunstancia que no se ha producido hasta el momento.
El informe del veterinario sirvió para comprobar que el equipo carecía de microchip y, aunque desnutrido, no presentaba síntomas de enfermedad. Asimismo, se le practicó un examen de la dentición para establecer su edad aproximada en más de 25 años. "Cuando lo encontré yo era todo piel y huesos", señala García. Tras comunicar su aparición a la Xunta y que esta se lo comunicase al Concello, es el organismo municipal el que le suministra el pienso. Para tratar de encontrar al dueño, la Alcaldía emitió un bando informando del hallazgo de la burra el día 25, pero desde entonces no ha habido noticias del propietario. Manolo Otero, concejal de Medio Ambiente de Bueu, relata que "en este periodo contactamos co Seprona de Cangas e coa Xunta, ademais de cunha asociación de animais abandonados, Andrea, de Allariz".
Mientras, el animal vive en una parcela de Francisco García, que un par de veces al día lo visita para suministrarle comida y bebida. "La burra está bastante bien, pero es bastante viejo y no es capaz de comer. Para tomar el pienso se echa una hora y con lo que come no puede engordar demasiado. A los animales tan mayores es complicado verlos llenos de carne", señala el vecino de Cela.
Sin embargo, la situación no se podrá mantener durante mucho más tiempo. En caso de que el dueño no aparezca para reclamar el animal de su propiedad, el protocolo autonómico marca claramente los pasos que hay que dar.
Tres opciones
El gobierno municipal podrá decidir entre tres opciones: una subasta pública que se celebrará en un plazo máximo de dos días tras la entrada de los animales en el área habilitada para tal fin; la entrega gratuita a un espacio de acogida, que podría ser tanto una asociación como un particular; o bien el sacrificio del animal, una opción que se contempla como la última dentro de las preferencias del gobierno local de Bueu.
