Muchos conductores que atravesaron ayer el Corredor do Morrazo se encontraron con cortes en la circulación y desvíos por la carretera PO-551. Y es que ayer los operarios de la empresa encargada de convertir en una autovía el primero de los tres subtramos retomó las voladuras controladas de parte del talud del monte, necesarias para acometer dicha ampliación.
El primer corte tuvo lugar pasadas las 10.00 horas, y tuvo una duración de unos 30 minutos.
El tráfico en sentido a Vigo se desvió por la salida de Meira. En sentido a Cangas la carretera se corta directamente en la rotonda de Domaio durante las explosiones.
Los cortes puntuales de hasta media hora de duración se sucedieron a lo largo del día hasta las 20.00 horas. Hoy se volverá a repetir el mismo proceso y la intención es que estas voladuras que afectan temporalmente a la circulación se prolonguen hasta el viernes a las 13.00 horas. Los cortes se regulan de forma manual por los operarios de la empresa constructora.
Entre los encargados de señalizar los cortes y los que se encargan de instalar la dinamita y de las propias voladuras están trabajando unos 25 operarios estos días en el Corredor.
Las explosiones tienen lugar a la altura del punto kilométrico 2+300. En el margen derecho del Corredor entre el viaducto de A Moura y la salida de San Lourenzo.
En los momentos de mayor riesgo la carretera permanece cortada en un tramo de más de 6 kilómetros.
Las explosiones se realizan empleando un tope de 500 kilos de dinamita y el talud se protege con mantas de caucho para evitar que las piedras se proyecten sobre la carretera.
En este primer subtramo está prevista la retirada de hasta 200.000 metros cúbicos de piedra de los taludes. Los operarios la emplearán en la propia obra para corregir desniveles y acometer la construcción de los nuevos carriles.
Plazos
La parte más costosa del desdoblamiento de este subtramo será duplicar estructuras como el túnel de Montealegre o el viaducto da Moura. Este subtramo de autovía debería estar listo antes del verano de 2017.
