El discreto operativo de vigilancia sobre un joven de Coiro sospechoso de provocar la ola de incendios en esta parroquia y en la de Darbo a principios de verano ha dado frutos y la Guardia Civil cree que es el autor material de los hechos, por lo que ha trasladado las diligencias al Juzgado de Instrucción de Guardia de Cangas. El identificado se trata de un hombre de unos 19 años con algunos problemas mentales derivados de una enfermedad, según explicaron algunos familiares tras su declaración en el cuartel de la Benemérita, que ha llevado el peso de la investigación. "Confiamos en que a situación se resolva e a vaga de incendios sexa cousa do pasado", manifestó el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, al confirmar la noticia de la detención.

Al presunto pirómano se le atribuye la autoría de 17 delitos de incendio forestal que afectaron a las parroquias de Aldán, Coiro y Darbo entre el 23 de junio y el 17 de julio.

El operativo de vigilancia de los montes y seguimiento de los posibles incendiarios ya apuntaban que no se trataba de un pirómano "profesional", según se desprendía de su modus operandi y de las pruebas que habría dejado en alguno de los intentos de prender fuego, que se quedaron en conatos. Además, algunos testigos declararon haber visto a una persona que pilotaba una moto en las proximidades de las zonas afectadas por el fuego.

En las reuniones de coordinación han participado agentes forestales de la Xunta, de la Guardia Civil y del servicio de protección de la naturaleza (Seprona), así como de la Policía Local y de otros servicios con alguna responsabilidad en este materia. El cerco se fue estrechando sobre los posibles sospechosos y en las últimas semanas los agentes concluyeron que el incendiario sería este joven de Coiro, aunque serán las autoridades judiciales las que determinen el grado de responsabilidad en los mismos.

El alcalde de Cangas había pedido la dotación de medios suficientes para atajar el problema y llama a la "responsabilidade" ciudadana.