Por enésima vez, el entorno del colegio de A Rúa, en Coiro, apareció sembrado de escombros, restos de mobiliario doméstico y otros residuos que desbordan los contenedores y quedan esparcidos por el suelo. Y, por tercera ocasión, los servicios de inspección del Concello de Cangas han descubierto a la persona infractora, en los tres casos vecinas de otros municipios. La última, una ciudadana de Bueu que tuvo el descuido o la negligencia de dejar entre los cascotes un parachoques delantero de un vehículo, Audi de color rojo, incluida la matrícula, que a la postre ha servido a la Policía para identificarla y al alcalde para obligarla a sanear la zona de inmediato bajo amenaza de multa.
El artículo 23 de la ordenanza reguladora de limpieza viaria y ornato público del Concello de Cangas prohibe "depositar na vía pública toda clase de entullos ou refugallos procedentes de obras de construción e remodelación de inmobles ou de obras realizadas no seu interior", advirtiendo a los infractores de la imposición de multas entre 751 y 1.500 euros. En el caso de esta vecina de Bueu, el gobierno local ha optado por notificarle la infracción para que la corrija, antes de tramitar el correspondiente expediente sancionador.
La edil de Medio Ambiente, Tania Castro, avisa que es el tercer caso de estas características en A Rúa, donde hay una señal de prohibido verter que se arranca de forma reiterada. El Concello lleva invertidos cerca de 25.000 euros en corregir vertidos incontrolados (en zonas urbanas y de Coiro, Darbo, Liméns o Nerga) y actos de vandalismo, dinero de todos que podría destinarse a resolver otras necesidades.
