Los trabajos de retirada de las cerca de 7.000 toneladas de pescado y marisco que se almacenaba en el gran almacén que ardió en el incendió del día 9 de mayo en Fandicosta continúa a un ritmo alto. Entre 30 y 40 camiones parten cada día hacia la gestora de residuos orgánicos Sologas, en el municipio de As Somozas (A Coruña). Esta actividad no se detuvo ni siquiera el martes, a pesar de que fue festivo. Y es que el olor que desprende el pescado quemado es cada vez más fuerte y además de los trabajadores alcanza incluso a los vecinos de las casas más cercanas al relleno de Fandicosta que ayer esperaban una rápida limpieza.
Aunque el trabajo con excavadoras y camiones es incesante, buena parte de la rapidez con la que se está llevando a cabo esta limpieza hay que agradecérsela a un grupo de cinco aves depredadoras. Se trata de cinco águilas adiestradas por la empresa de control de fauna "Cacfalcon", con sede en Redondela. Mantienen alejadas a las gaviotas desde el lunes, y estarán en la zona hasta que finalice la retirada de todo el producto, que probablemente se prolongue durante unos cinco días más.
Efectivo
El cetrero Lucas Boubeta Verdeal es el encargado de controlar estas aves que continuamente realizan vuelos de marcaje. La solución está resultando de lo más efectiva. Incluso los vecinos afectados por el olor reconocen que la presencia de gaviotas es prácticamente nula desde el lunes. Y es que la cantidad de gaviotas que se veían atraídas por las toneladas de residuos de pescado entorpecerían el trabajo de la pala excavadora, además de suponer un riesgo al extender la basura.
Aunque en principio se iban a utilizar halcones de gran porte con los que cuenta "Cacfalcon", con amplia experiencia en captura de gaviotas, al final se optó por cinco águilas. Los expertos explican que las águilas funcionan mejor en emplazamientos como el de las naves de Fandicosta, "localizadas a nivel del mar y con una orografía montañosa en la zona".
Éxito
Los cetreros de "Cacfalcon" cuentan con experiencia en el control de faunas en aeropuertos como los de Fuerteventura, Logroño o San Sebastián. En la actualidad realizan su trabajo en el aeródromo de Alvedro, en A Coruña.
Los expertos señalan que de momento su trabajo en las instalaciones de Fandicosta en Domaio se está llevando a cabo con éxito "pues la retirada de material y de pescado de la nave incendiada se realiza sin afluencia masiva de gaviotas, facilitando así los trabajos a los operarios". La presencia de las águilas y su vuelo de marcaje es suficiente para evitar que se acerquen las gaviotas.
La agilidad en los trabajos de desescombro permitirá también empezar cuanto antes la construcción de una nueva nave frigorífica.
