El olor del pescado amontonado en el almacén que ardió atrajo en los últimos días a las gaviotas hasta Fandicosta. Ayer la concentración de gaviotas dificultaba los trabajos de retirada de este material así que los responsables de la compañía optaron por contratar a una empresa de cetrería. Hasta tres halcones vigilaban ayer la nave, lo que hizo que las gaviotas no se acercasen a la estructura. Para hoy se espera contar con otros dos halcones amaestrados más.

Se trata de la misma empresa que se encarga de vigilar y mantener libre de aves los alrededores del aeropuerto de Peinador, para evitar que las gaviotas, por ejemplo, interfieran en el despegue y aterrizaje de los aviones que operan en el aeródromo de Vigo, según explicaron ayer desde Fandicosta. La medida adoptada con los halcones funcionó ayer a la perfección.