Conservas Alonso quiere concentrar su producción en su factoría de Bueu, unas instalaciones que modernizó después del incendio registrado en agosto de 2012. Esos planes sin embargo han provocado un importante conflicto social en la otra sede productiva de la empresa, en la parroquia de Celeiro (Viveiro). La conservera quiere cerrar aquella fábrica y ha ofrecido a la plantilla un "traslado colectivo" a Bueu, una opción que las trabajadoras [en su mayoría la plantilla está formada por mano de obra femenina] rechaza de plano debido a la distancia que separa ambas localidades. Ayer se celebró la segunda reunión entre empresa y representación sindical, que concluyó sin acuerdo, y el lunes habrá un nuevo encuentro, esta vez con la presencia de la Xunta de Galicia.
Los acontencimientos se siguen desde Bueu con inquietud y expectación porque la intención manifestada por la conservera es que ese traslado se haga efectivo a principios del mes de junio. Los responsables de la empresa han manifestado a los sindicatos con representación sindical en la plantilla de Bueu su intención de reforzar esta planta con la instalación de una nueva línea de producción y, más a largo plazo, trasladando incluso las oficinas administrativas que tiene en Vigo. La factoría de Bueu se ubica en el polígono industrial de Castiñeiras, a donde se trasladó en 1999 desde la antigua factoría de Pescadoira. Aquella mudanza fue posible a través del convenio firmado con el Concello de Bueu, que le vendió los terrenos que le correspondían al ayuntamiento como aprovechamiento lucrativo bajo el compromiso de mantener la producción en Bueu.
Los planes de la empresa han econtrado el rechazo frontal de la plantilla de Celeiro, que no se quiere trasladar a Bueu. "É imposible que toda esa plantilla se veña para Bueu. Estamos a falar dunha xente que xa ten unha idade, que ten a súa vida en Celeiro e que non a van desfacer por vir a Bueu", explican desde el sindicato CIG en O Morrazo. La fábrica lucense cuenta con una plantilla de 20 personas con carácter fijo y otras 21 que son fijas discontinuas y gran parte de la plantilla tiene más de 50 años de edad. "Este centro quedouse obsoleto pola falta de investimentos da propia empresa. Agora presenta esta proposta de traslado colectivo que en realidade non é outra cousa que un peche encuberto. O de 'traslado colectivo' non deixa de ser un eufemismo", afirman desde la misma central sindical en Viveiro. La conservera mantiene que su decisión de llevarse la producción obedece a criterios "técnicos, económicos y organizativos".
La plantilla en Celeiro ha emprendido movilizaciones y concentraciones para expresar su rechazo a ese cierre de la fábrica y para intentar que la empresa reconsidere su planteamiento.
