Los operarios de Copasa, la empresa contratada por la Xunta para acometer el desdoblamiento y transformación en autovía del primer subtramo del Corredor do Morrazo, culminaron ayer el cierre del carril habitual de bajada hacia la rotonda de Domaio. Este carril se cerró sobre las 13.00 horas entre el viaducto de A Moura y el túnel de Montealegre. Tal y como se había anunciado, durante los próximos meses el tráfico en dirección Vigo se canalizará por el que hasta ahora actuaba como carril de adelantamiento. Los conductores en dirección a Cangas continúan circulando por el carril habitual, aunque la nueva señalización vertical redujo el arcén para extender el ancho de la calzada.

La Xunta no ofrece todavía una fecha para poner fin a la nueva configuración, pero para evitar siniestros en los últimos días los operarios trabajaron en la correcta señalización y pintado. De hecho, los dos carriles habilitados en ambos sentidos están ahora separados por pivotes verdes y doble línea continua en amarillo. Por su parte, la carretera abierta al tráfico se separa del carril eliminado con una mediana. En parte se utiliza la estructura de hormigón de la antigua mediana, mientras que en el resto del trayecto se instaló una nueva estructura de plástico. Cada carril habilitado cuenta con 3,50 metros de ancho. El arcén se redujo a un metro en el margen derecho y la distancia respecto a la mediana se fija en 0,72 metros.

El pintado de obras anuló ayer por la mañana uno de los viales de entrada en la rotonda de Domaio, generando ciertas retenciones al mediodía. Asimismo, antes de la ordenación final, durante la mañana de ayer se anuló hasta las 13.00 horas el carril de adelantamiento canalizando todo el tráfico en dirección Cangas por el carril lento.

Las tareas de señalización horizontal y vertical habían ocasionado distintos cortes en los últimos días. Por ejemplo, el miércoles se cerró el carril de acceso al Corredor directamente desde la salida de la AP-9, lo que obligó a los conductores a tener que tomar obligatoriamente la rotonda de Domaio.

Los tramos de mediana de hormigón retirados continúan apilados en la explanada situada antes de la salida de San Lourenzo. Y es que la conversión en autovía del primer subtramo contempla obras en más de 3 kilómetros lineales, concluyendo precisamente en el enlace de San Lourenzo.

Las obras de todo el subtramo se prolongarán durante 24 meses y en muchos puntos será necesario utilizar semáforos de obra y permitir el tráfico alternativo en ambos sentidos. La intención de Infraestruturas es no cortar el Corredor totalmente durante todo el periodo de obras.

Estructuras

Entre las estructuras más espectaculares que Copasa tendrá que acometer en este primer subtramo se encuentra la conexión directa con la autopista AP-9 a través de un viaducto sobre la glorieta de Domaio, así como el desdoble del viaducto de A Moura para salvar el curso de agua del río Miñouba. Se levantará una nueva estructura por el margen izquierdo (sur). Tendrá 415 metros lineales, igual que al viaducto actual.

También está previsto desdoblar el túnel de Montealegre para reducir la afección en el monte y salvar los restos arqueológicos situados en este tramo de Domaio. La nueva estructura contará con 134 metros lineales.

El Corredor se acabará convirtiendo en autovía desde Domaio hasta la primera salida de Cangas, una vez que concluyan los trabajos en los tres subtramos.