Operarios de la brigada municipal de Obras e Servizos trabajan en los últimos días en la dotación de un sistema de recogida y canalización de aguas pluviales en el aparcamiento de la unidad de actuación 5 (Altamira) para evitar que se convierta en un lodazal cada vez que llueve y que las riadas bajen por las calles aledañas, como ha sucedido varias veces en los últimos meses. Las obras continuarán en los próximos días y la concejala Mercedes Giráldez confía en que estén terminadas el viernes, por lo que la situación "mellorará moito", tanto las condiciones del aparcamiento como de las calles del entorno, y se evitarán daños y quejas de los vecinos afectados.

Los trabajadores del Concello ya han acometido dos canalizaciones, que afectan a las salidas hacia las calles San Xosé y Avenida de Galicia y, la más importante y necesaria, la que conecta con la calle Antonio Nores, donde se han producido los mayores daños por riadas desde que esas fincas se acondicionaron como aparcamiento. Ahora se instalarán rejillas en los sumideros y se harán "outros retoques" con la intención de que no se repitan los arrastres de agua y lodos.

La actuación se ejecuta con solo dos trabajadores de una brigada "que o PP deixounos desmantelada" por desidia y falta de previsión para cubrir las necesidades del servicio, critica Giráldez, y anuncia que el próximo 2 de mayo llegarán 19 trabajadores (13 para desbroces, tres albañiles, dos jardineros y un electricista) financiados por la Diputación durante seis meses, lo que contribuirá a mejorar la atención a las necesidades de los ciudadanos, "que son moitas", reconoce.