Primero fueron los furanchos tradicionales que, además de vino casero y pincho de acompañamiento, vendían comidas como si de restaurantes se tratara, y ahora son los chiringuitos de temporada que se instalan en las proximidades de la costa y abarcan más espacio y servicios de los que tienen asignados por ley. La denuncia se repite con frecuencia por parte de los hosteleros y el Concello ha decidido hacerle frente a través de inspecciones de las administraciones competentes. La primera de ellas salió ayer de la Alcaldía hacia la Consellería de Medio Ambiente, a la que el regidor, Xosé Manuel Pazos, insta a realizar "inspeccións regulares" en las instalaciones de temporada que impidan este tipo de actuaciones y sancionen a los infractores.

El Concello tiene constancia de comportamientos "que claramente vulneran a legalidade e a normativa sanitaria", al no disponer de las instalaciones adecuadas para este servicio, además de "atentar de xeito grave, por competencia desleal, contra a economía dos locais instalados legalmente, sobre todo os máis próximos e estes lugares". La mayoría de las denuncias fueron realizadas por responsables de bares y restaurantes de la parroquia de O Hío (Igrexario, Areabrava o Pinténs, entre ellos), aunque Pazos pretende que el control se ejerza en todas las zonas del municipio donde la Xunta tiene competencia. De momento no se han recibido quejas por chiringuitos en primera línea de costa, que son competencia de Costas, pero desde el gobierno tripartito afirman que se mantendrá la vigilancia y se reclamarán las mismas medidas si se detectan casos similares.

En el documento que el alcalde dirigió ayer al Servizo de Urbanismo de la Xefatura Territorial de Pontevedra se argumenta que en el Concello se reciben "queixas constantes", por parte de profesionales y empresas de hostelería legalmente establecidas, sobre la "proliferación de quioscos de verán" en zonas de competencia de esa consellería, "co agravante de que esas instalacións incumpren sistematicamente as condicións que teoricamente deberan respectar", como son la superficie de ocupación, "incrementada notoriamente ao longo da temporada" y el "servizo continuo de comidas con instalación de cociñas, sen cumpriren as condicións esixidas para un restaurante". También alude a que se conocen casos de instalaciones que mantienen esa actividad durante todo el año, y no solo en temporada. Una práctica con la que quieren acabar a través de inspecciones y sancionando a los infractores.