El temporal de viento y lluvia que azotó la madrugada del lunes la comarca no auguraba una alta participación en la normalmente concurrida Festa dos Remedios. Sin embargo, la celebración por excelencia de la parroquia de Tirán volvió a ser un éxito. Y es que cientos de personas llenaron el atrio de la capilla de la parte alta de esta parroquia en el día grande.

Las terrazas de los chiringuitos dispuestos bajo la carpa se empezaron a llenar a partir del mediodía. La misa solemne en honor a la Virgen de Os Remedios comenzó a las 12.30 horas. El sistema de megafonía retransmitió los oficios a todo el recinto de la fiesta. Más allá del evento religioso fueron muchos los que optaron por degustar las delicias gastronómicas de los distintos puestos, como el pulpo o las empanadas. Tampoco faltó el vino, y es que es tradición que las familias se reúnan a tomar el aperitivo en Os Remedios.

La comisión de fiestas instaló también una pequeña carpa en la entrada de la capilla, para que se refugiasen los que querrían asistir a la misa. La ceremonia fue cantada por el Orfeón Moaña.

Cuando el cielo ofreció una tregua, sobre las 13.15 horas, los fieles sacaron en procesión a las imágenes de la Virgen de Os Remedios y del Cristo das Boas Augas. Sin embargo, y debido a que las lluvias de la noche habían acumulado mucho barro, la comitiva no rodeó el cruceiro del atrio, sino que trasladó a las imágenes hasta la carpa, en donde se detuvieron para que la Banda de Música Xuvenil de Barro interpretase el himno en honor a esta virgen, que se tocó por primera vez en la edición de 2010. Después regresaron a la capilla.

El atrio no se empezó a vaciar hasta primera hora de la tarde, cuando las familias de Tirán y del resto del municipio emprendieron su regreso a casa.

Además del cura de Tirán y Moaña participaron en la celebración un alto número de sacerdotes, como viene siendo habitual. Entre ellos estaba el párroco de Cangas.

Las celebraciones religiosas se retoman este mediodía, con una misa en honor al Cristo das Boas Augas cantada por el Coro Nuestra Señora de Moaña y seguida de un concierto de la banda Airiños do Morrazo. Sin embargo, la verbena nocturna tendrá su epicentro este fin de semana, con la actuación de hasta cuatro orquestas.