Los casi medio centenar de vehículos pendientes de reciclaje han pasado ya todos los trámites administrativos para convertirse en chatarra, y Vigoto era la encargada de rematar el proceso. "Estaba todo previsto e os papeis arreglados, pero finalmente esa empresa non compareceu", explica la concejala de Medio Ambiente, que celebra que la firma moañesa, "que é xestor autorizado para o seu tratamento", haya asumido el compromiso. Algunas partes de los vehículos retirados -más de la mitad depositados en Ojea y una docena entre las calles y la finca privada de Coiro, incluida una caravana-, como las baterías o depósitos de combustible y aceite, son considerados residuos peligrosos que deben seguir un protocolo conforme a la legislación medioambiental.
Espacio para maquinaria
Cuando el traslado finalice, las naves de Ojea quedarán libres para albergar maquinaria municipal que ahora se encuentra a la intemperie, como la barredora y vehículos de limpieza. "No é normal que os residuos durman a cuberto e as ferramentas á chuvia", sostiene Tania Castro, que también recalca que, salvo excepciones, el Concello de Cangas no piensa recoger más vehículos en esa situación.