"Lo que estamos viviendo en primera persona es algo muy fuerte, que nunca antes habíamos experimentado". Así contaba ayer desde la Plaza de la Bolsa de Bruselas la canguesa Carmen Nores las sensaciones en el día después de los atentados en el aeropuerto de Zaventem y en la estación de metro de Maelbeek. El grupo de gallegos que se salvó milagrosamente de la explosión en Maelbeek no pudo regresar a Galicia en la noche del lunes debido al cierre de fronteras decretado por las autoridades belgas, por lo que estuvieron hasta ayer en la capital belga y pudieron compartir en primera persona "las millones de emociones colectivas" con la sociedad belga.

"Durante la jornada del lunes era una ciudad sin gente, pero el martes y ayer era una marea manifestando el rechazo a esta barbarie", contaba Nores. Concentraciones, velas, flores, frases de recuerdo sobre la calle... Una serie de actos espontáneos a los que se sumó la delegación gallega para mostrar el dolor y la repulsa por unos atentados que se cobraron la vida de más de una treintena de personas. El mismo lunes, después de la reunión con eurodiputados de Podemos en el Parlamento Europeo, decidieron realizar el trayecto de regreso a su alojamiento a pie, caminando por las calles de Bruselas. Un gesto reivindicativo para no ceder ante el terror que quieren imponer los yihadistas.

A última hora de la tarde de ayer la delegación gallega tenía previsto salir de Bruselas en dirección a la ciudad holandesa de Amsterdam, separadas por aproximadamente 200 kilómetros. Las autoridades belgas anunciaron ayer que al menos durante la jornada de hoy se mantendrá cerrado el aeropuerto internacional de Zaventem, lo que ha obligado a los viajeros a buscar alternativas distintas para poder regresar a Galicia. La representación canguesa en esa delegación de plataformas en defensa de la sanidad pública estaba compuesta por Carmen Nores y José Sáez Penelas, que explicaban que a las 19.30 horas tenían previsto realizar el viaje en autobús entre la capital belga y Amsterdam. Desde la ciudad holandesa volarán hoy a Madrid y desde allí al aeropuerto de Alvedro, en A Coruña. La llegada al aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas está prevista para poco antes de las tres de la tarde y apenas dos horas después se espera que lleguen a la ciudad herculina. Será el final de un viaje en el que fueron a defender la sanidad pública y que tuvo un amargo final que jamás imaginaron.