Cuatro representantes del grupo de vecinos que integran la Plataforma Beiramar y que protesta desde hace dos meses pidiendo que el paseo de Seara se construya íntegramente por los 6 metros del borde litoral se reunieron ayer en Madrid con el subdirector general para la Protección de la Costa, Ángel Muñoz Cubillo. Durante una hora de reunión en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente estos vecinos hicieron entrega de 12.790 firmas en apoyo al paseo por el litoral y presentaron un dossier en el que relataron todas las que consideran "irregularidades" cometidas por los titulares de la concesión en la que se levantan los astilleros tradicionales de Casqueiro y Carlagho.

Aunque la presidenta de esta plataforma, Carmen Costa, asegura que no pidieron que Costas tirase las carpinterías de ribeira ni que construyese un parking en ese espacio "porque los futuros usos son algo que corresponde determinar a la Administración", sí que se mostraron contrarios a la propuesta del equipo de gobierno local de llevar el paseo por el frente de los astilleros mediante una pasarela de madera pivotada sobre el mar, una solución similar a la que se da en la parte trasera del club de jubilados. "Creemos que una pasarela no tiene cabida, porque los 6 metros de servidumbre son terreno público y deben utilizarse", argumentan.

El dossier que presentaron incluye todo tipo de fotos sobre los astilleros tradicionales y la situación actual de las obras del paseo. Para este grupo de vecinos sus titulares incumplen las servidumbres "en materia de protección, de tránsito y de acceso al mar". Defienden también un incumplimiento en la finalidad del título de concesión así como "riesgos de contaminación marina y medioambiental al tener las vigas de madera sobre el mar".

Desde que se retomaron los trabajos del paseo en enero, este grupo de vecinos logró que la Xunta parase la alternativa provisional de rodear los astilleros hasta que las concesiones caduquen en 2018, y cargaron varias veces contra estas estructuras de madera. En la reunión de ayer presentaron también un recorte de prensa que anunciaba dos subvenciones de la Diputación para reparar el astillero de Casqueiro, mejoras que, según estos vecinos, "nunca se acometieron, por lo que no sabemos en donde se invirtió ese dinero público".

Los participantes en la reunión salieron con una impresión "positiva" aunque sin compromisos firmes por parte de Costas. "Escucharon nuestros argumentos. Ahora tendremos que esperar por las decisiones que adopten", concluyeron. Al final no lograron reunir a un autobús de vecinos para acudir a Madrid, al solaparse la cita con una excursión a Benidorm.

Mientras se producía esa reunión cerca de 40 personas volvían a cortar el tráfico en el centro de Moaña. En esta ocasión se produjeron situaciones de tensión con uno de los conductores afectados.

En la reunión en Costas que habían mantenido el viernes la alcaldesa, Leticia Santos, y el edil de Urbanismo, Odilo Barreiro, mantuvieron la posición de pedir la reversión de las concesiones y construir un tramo de paseo de madera sobre el mar para no tener que intervenir en las estructuras de los astilleros.

Barreiro explicó ayer que el Concello sigue negociando con los 7 propietarios de los 5 terrenos del último tramo del paseo, para intentar que cedan los 6 metros de servidumbre. De momento no tienen garantizada esa cesión y, si no se logra en breve, las obras volverán a sufrir un parón, pues la construcción actual de la pasarela ante la fachada del local de jubilados es el último tramo sobre el que la Xunta dispone de los terrenos.

Barreiro recuerda que Costas es la responsable de toda la superficie sobre la que se actuará y que deberá negociar las cesiones directamente si los propietarios no ceden al Concello.