Bueu ya tiene aprobado provisionalmente su Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), aunque el amago de unidad política que se vivió en la aprobación inicial de julio de 2013 ayer saltó por los aires. Cierto es que el documento se aprobó con un único voto en contra, el del concejal del PSOE José Manuel Vilas, pero eso fue también porque el PP decidió ausentarse antes de la votación. "Non imos participar nesta votación porque é un paripé e non queremos votar en contra por respecto ao traballo dos técnicos municipais", afirmó Manuel Santos Pires pasaban a sentarse entre el público. Finalmente el Plan Xeral contó con los votos favorables del BNG, con mayoría absoluta, y del edil de ACB-SON Bueu, Julio Villanueva.

Todo a pesar de que la sesión arrancó con algunos guiños por parte del alcalde y del concejal de Urbanismo, con menciones a las anteriores corporaciones o al papel "determinante" de la actual secretaria xeral de Urbanismo de la Xunta, Encarnación Rivas. Todo en busca de un consenso que se antojaba imposible. El primero en demostrarlo fue el portavoz socialista, que reclamó una nueva exposición pública del documento porque "as modificacións introducidas tras a aprobación inicial son sustanciais e de calado, aínda que o arquitecto municipal se esforce en dicir o contrario". José Manuel Vilas enumeró los aspectos con los que no estaba de acuerdo, con mención especial a los núcleos rurales - "isto certifica a defunción do rural"- y argumentó que a su entender el calado de las modificaciones introducidas en el documento podrían provocar que su aprobación fuese "nula de pleno derecho".

El PP también empezó a dejar clara su posición desde el principio y, al igual que el PSOE, criticó la tramitación del documento. "Piden consenso, pero non facilitan a labor de fiscalización e a copia da documentación se entrega tarde, mal e arrastro", espetó Pires, que ayer ejerció como portavoz. Desde el PP pusieron en tela de juicio el trabajo del equipo redactor "a pesar de que dende o goberno o consideren loable" y alabaron el de los técnicos municipales. Los populares también consideran "aberrante e moi pouco ético" que los vecinos no reciban la contestación a las alegaciones antes de la aprobación provisional. Aún así, quisieron evitar el voto en contra ausentándose del pleno.

El más escueto fue Julio Villanueva, que confirmó lo ya avanzado. "Confío nos técnicos e na tutela da Xunta de Galicia. Isto xa tiña que estar aprobado hai anos e se non se aproba agora habería que empezar de cero", argumentó.

El tono empleado inicialmente por Félix Juncal y Martín Villanueva cambió radicalmente con respecto a sus intervenciones previas. No en las formas, pero sí en el fondo. Villanueva reprochó a los grupos de la oposición que supuestamente no se interesasen por el documento ni acudiesen al departamento de Urbanismo a consultar las informes sectoriales. "Non tiveron interese, agora teñen que dar resposta a súa incapacidade e desinterese", recriminó Villanueva, que recordó que el PSOE no presentó ninguna alegación en su día. El encargado de cerrar el debate fue Juncal, que acusó a los grupos de la oposición de querer "entorpecer e torpedear" la aprobación del PXOM. "Cando non hai argumentos recurrimos a sembrar dúbidas e advertencias", manifestó.

No se mencionó de manera expresa al edificio Pintos [había vecinos entre el público], aunque la alusión era más que evidente. "Esta é a hora da verdade. Hai pouco se culpaba ao goberno local de que se Bueu tivese un PXOM non existiría un problema [en alusión a la demolición del edificio]. Iso é instrumentalizar politicamente este asunto", criticó el alcalde.