Cristina Campos y su socia Carmen Salicio se enteraron que el Concello de Cangas había sacado a concurso la explotación de la cafetería del centro social y optaron por constituir una sociedad civil lo que antes era una comunidad de bienes. Ganaron el concurso y su sociedad "Criscar" puso en marcha desde el 1 de marzo esta cafetería. Lo que antes era un local exclusivo para los jubilados, hoy es una cafetería abierta a todo el público, manteniendo precios bajos "que conseguimos apretándonos el cinturón en otras cosas", asegura Cristina Campos. Añade que están encantadas con el paso que dieron, pese al miedo inicial a comenzar algo nuevo.