Xosé Manuel Pazos no sabe de cenas opíparas para concebir acuerdos, aunar voluntades, pero está convencido que una buena obra de teatro sirve mejor al propósito. Tal vez por eso decidió invitar a alcaldes de concellos que conforman el Área Metropolitana de Vigo y, como no, al regidor vigués, Abel Caballero y, ya de paso, a la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva. Pero también para presumir del teatro que se hace en Cangas.

Cerca de las 20.00 horas llegaban al Auditorio Municipal de Cangas. Carmela Silva y Abel Caballero. Lo hacían en un mismo coche y eran recibidos por el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, sin ningún tipo de protocolo. En ese momento, y por pura coincidencia, estaba con el regidor cangués, su homólogo de Vilaboa, Luis Poceiro; el portavoz socialista de Cangas, Alfredo Iglesias, ya había cruzado la calle y se encontraba en la zona de taquilla del Auditorio Municipal. Ya dentro esperaba el concejal de Benestar Social, Tomás Hermelo, miembro también del gobierno y concejal por Asamblea pola Unidade (lógica su presencia en el Auditorio dada la temática de la obra y que se trataba del primer acto de los programados para el Día Internacional da Muller Traballadora). La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos no pudo asistir y, en su lugar, lo hizo la concejala Coral Ríos. Habían fallado alcaldes como el de Baiona, Ángel Rodal (ocupado con la Arribada) o el de Salvaterra, Arturo Grandal.

El maltrato como tema

No había mucho público en el patio de butacas a la hora que según taquilla comenzaba la obra: las 20.00. Pero poco a poco fueron llegando más. Sorprendentemente, había bastante gente foránea, muchos de Vigo, que habían oído hablar de la obra y querían verla.

"Unhas poucas picadelas" está dirigida por Etelvino Vázquez y protagonizada por Casilda Alfaro y Machi Salgado. Es una obra que versa sobre el maltrato a la mujer. Es un texto de Laila Ripoll que, en castellano, lleva el título de Unos cuantos piquetitos, en alusión a la obra de Frida Khalo.

La crítica especializada habla de que en la sencillez, en la honradez y falta de pretenciosidad del Teatro Ningures es donde radica el éxito de esta representación teatral. Iria Esperón asegura que "se trata de una obra tratada desde un caso real, pero mezclada al mismo tiempo con ecos de fábula lque por momentos hacen creer al espeactador que otro desenlace es posible".

Los asistentes salieron impactados y no hubo malas críticas del público.