La carretera de Coiro se está convirtiendo en la pesadilla de todos los gobiernos de Cangas. Para el Partido Popular fue un auténtico infierno. Le restó votos en el 2007 y también en 2011. La obra no empezó hasta abril del pasado año y solo con la presencia de algún que otro obrero, las máquinas vinieron más tarde. La Asociación de Vecinos Río Bouzós de Coiro, que preside Miro Martiñán, en varios escritos dirigidos al alcalde Xosé Manuel Pazos, advirtió de que se incumplía el proyecto y se cometían irreguralidades, incluso solicitó que se paralizaran las obras a esta empresa. No hay que olvidar que se trata de una reforma que financia la Diputación de Pontevedra, que invierte en la misma algo más de un millón de euros.
Presencia política
Para calmar a los vecinos, ayer el alcalde de Cangas y la concejala de Obras y Servicios, Xosé Manuel Pazos y Mercedes Giráldez, respectivamente, se reunieron ayer a pie de obra con el jefe de Infraestructuras de la Diputación de Pontevedra, Manuel González Juanatey. Los vecinos recibieron explicaciones de Juanatey ante la atenta mirada de los políticos del gobierno local. La Asociación de Vecinos Río Bouzós insiste en que el proyecto de la carretera les parece un buen proyecto, pero que no se está cumpliendo y hay diferencias, de las que el propio Juanatey no supo responder. En este sentido, los vecinos consideran indispensable cambiar todo la tubería principal de saneamiento, algo que la empresa adjudicataria solo hizo por tramos. Juanatey prometió que en los próximos días se introduciría una cámara para ver si es necesario cambiar algún tramo más de la tubería. Por culpa de este defecto la carretera ya se hundió en varias ocasiones.
Para los vecinos, los incumplimientos superan el 60% del proyecto. Apuntan que en algunos tramos existe conexión de la recogida de pluviales con las fecales, aunque la explicación que ofrece Juanatey es que pudo suceder que se lavara un coche y que las burbujas de jabón que llegan a una finca se debiera a eso. Pero como advierten los vecinos, el caso es que llega al río. Había cinco muros contemplados en el proyecto y ahora mismo hay 50 construidos. Los vecinos señalan que las aceras están aún sin replantear y que se dijo que no iban a realizar expropiaciones, sin embargo las hubo.
Ayer, los miembros de la Asociación de Vecinos Río Bouzós se mostraron satisfechos con la actuación del alcalde, que hizo que el jefe de Infraestructuras de la Diputación de Pontevedra viajara a Cangas y conociese a través de los afectados los problemas de esta obra que se está haciendo eterna. En la carta que el 23 de febrero de 2016 la citada asociación remitió al alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, pedía también que la queja se hiciera extensiva a la presidencia de la Diputación de Pontevedra.
Los trabajos se realiza en un tramo de 1,4 kilómetros y el objetivo de la obra es ensanchar la vía y dotarla de aceras y espacios de aparcamiento en sus márgenes, así como canalizar aguas pluviales y enterrar los servicios.
