El grupo de vecinos que se están constituyendo en la Plataforma Beiramar y que exigen desde hace semanas que el paseo marítimo de Seara transcurra en todos sus tramos por el litoral y con un ancho de seis metros consiguieron reventar la sesión plenaria que celebraba ayer la corporación de Moaña. Ya lo habían intentado con el pleno extraordinario de la semana pasada, que tenía como único asunto este paseo. Ayer en cuanto los grupos políticos tomaron sus asientos, la presidenta de este colectivo pidió al resto de integrantes que se levantasen.

Unas 60 personas empezaron a hacer sonar bocinas y silbatos, aplaudiendo de vez en cuando y cantando en todo momento: "Queremos un paseo pola beira do mar/que teña seis metros para poder andar".

Desde que se retomaron los trabajos de este paseo en el mes de enero y estos vecinos iniciaron sus protestas diarias, cortando el tráfico de 11.00 a 12.00 horas todas las mañanas, entre otras acciones, han conseguido que Costas y la Xunta paralizasen la alternativa de rodear los astilleros y que el organismo estatal iniciase un expediente para retirar la concesión a los astilleros tradicionales y poder así construir por el borde litoral también el tramo que discurre por ese punto.

Sin embargo, y pese a lograr todas las demandas que pedían, mantienen sus protestas y ayer hicieron visible su intención de paralizar la actividad municipal. Ya habían reventado también una comisión informativa la pasada semana y accedieron en distintas ocasiones a la casa consistorial durante la mañana.

Ahora exigen que este paseo tenga seis metros de ancho y ocupe toda la zona de servidumbre también en el entorno del edificio Salitre, en vez de los 3 metros a los que la Xunta había dado el visto bueno antes de retomar los trabajos. Todo apunta a que el conflicto no parará hasta que alguien derribe las carpinterías tradicionales, habida cuenta que el PP llevaba una moción al pleno suspendido exigiendo inspecciones de Traballo y Sanidade en estos espacios.

Ayer, los ediles aguantaron el chaparrón. Al cuarto de hora la alcaldesa reunió en la sala de juntas a los portavoces de todos los partidos (Salvador Meira por el PSOE, Juncal Gallego por el PP, Javier Carro por XM y Odilo Barreiro por el BNG). Decidieron suspender el pleno no sin antes tratar de convencer a los que protestaban. Sin embargo no atendieron a la regidora cuando se acercó a ellos.

La Policía Local no fue llamada a la sala en ningún momento ni intervino. Entre las protestas se hicieron sentir también con una pancarta el responsable y los usuarios del comedor social de Moaña, reclamando ayudas para mantener este servicio, aunque su demanda apenas se escuchó.

Tras suspender el pleno la regidora lamentó una situación que "sobre todo limita o traballo de fiscalización que a oposición debe facer ao goberno local nos plenos e comisións. Para nós sería máis doado gobernar só a base de xuntas de goberno". Desde el equipo de gobierno manifestaron su voluntad de "respectar as protestas" pero volvieron a pedir "respecto" y que no se paralice la vida institucional.

Tanto la regidora como el edil de Facenda, Aldán Santamarina, quisieron dejar constancia de que la suspensión del pleno deja como claros perjudicados a los proveedores que trabajan con el Concello, pues estaba previsto un reconocimiento extrajudicial de crédito para afrontar facturas por importe de 512.607,5 euros, algunas de ellas por trabajos realizados en 2012. Excepto as facturas de Fenosa e Sogama, que se pagarían ao longo do ano, tiñamos reservados xa 350.000 euros para pagar a pequenos proveedores, moitos deles veciños de Moaña. O meu compromiso era asumir esas facturas na primeira semana de marzo", lamentaba Santamarina.

Tanto este asunto como la aprobación del convenio para que la Deputación asuma la retirada y gestión de los coches abandonados se retrasarán por lo menos un mes. Y es que Leticia Santos señaló que no habrá plenos extraordinarios "porque o Concello non pode gastar cartos para que paren as sesións".