Después de un intenso trabajo durante todo el fin de semana y, sobre todo, tras la remisión de las precipitaciones la Consellería de Infraestruturas pudo reabrir al tráfico el tramo cortado del Corredor do Morrazo por los graves desprendimientos ocurridos la noche del viernes. Eso sí, los trabajos de drenaje que arrancaron ayer por la mañana se prolongarán al menos durante toda la jornada de hoy. Estos trabajos mantienen cortado el carril de vehículos lentos entre los puntos kilométricos 1 y 1+800 de esta carretera, por lo que justo en el tramo sobre el que se había desplomado una gran cantidad de tierra y piedras la circulación está permitida solo por el carril de adelantamiento. Sin embargo, esta medida permitió ayer por la mañana abrir el sentido de circulación Vigo-Cangas y evitar los problemas causados desde el viernes, que obligaba a los conductores que salían de la AP-9 o llegaban a O Morrazo desde Vilaboa a atravesar toda la PO-551 por la costa.

El tramo entre la rotonda de Domaio y el ramal de salida de San Lourenzo permaneció cortado desde la última hora de la tarde del viernes hasta la primera hora de la mañana de ayer. La Consellería de Infraestruturas garantiza la seguridad en la circulación tras los trabajos del fin de semana, como la instalación de una barrera de hormigón en la base del talud. La zona afectada permanecería vigilada en las próximas semanas. De todas formas el personal de la empresa contratada por la Consellería para la conservación ordinaria de las carreteras inició ayer las tareas para drenar el talud. La acumulación de bolsas de agua fue la razón por la que se desplomó tanta cantidad de piedras y tierra. Llegaron a cargarse al menos 15 camiones de material que se extendió en una explanada cercana a San Lourenzo en donde se actuará en los trabajos de desdoblamiento de la carretera.

Tres operarios y un gruista trabajan para retirar una cantidad de agua que ayer era muy visible en el primero de los agujeros que se generó en la pared con un aparatoso perforador ayudado de un martillo hidráulico. Los trabajadores señalaron que necesitarán al menos dos jornadas para retirar todo el agua. Limpiarán también los restos vegetales y la maleza sobre el Corredor que presenta riesgo de caer en el asfalto tras el derrumbe. Serán necesarios como mínimo 20 agujeros en todo el tramo para drenar correctamente el talud situado entre la salida del túnel de Montealegre y el puente de A Moura. La pared de la zona más conflictiva es arenosa, no de roca firme, y presenta muchas grietas, lo que retrasa las tareas de perforación. Ayer incluso se partió una barrena metálica dentro del talud y el equipo técnico empleó más de dos horas en completar la primera vía para la salida de agua.