El Corredor do Morrazo seguirá cortado en el tramo entre el acceso en la rotonda de Domaio y el primer ramal de salida en San Lourenzo en sentido Vigo-Cangas. El corte se mantendrá por lo menos hasta mañana y a pesar de los esfuerzos del personal de Conservación de Estradas que desplegó ayer la Consellería de Infraestruturas desde las 8.00 horas. La gran cantidad de piedras y tierra que se desplomó sobre la calzada al pasar el túnel de Montealegre, en Domaio, fue retirado a lo largo de toda la jornada de ayer con la ayuda de tres camiones y una retroexcavadora. Se llenaron más de 15 camiones de material que fue extendido en una explanada situada cerca de la salida de San Lourenzo, en donde se desdoblará la carretera.

Sin embargo, a partir de las 18.00 horas se produjeron nuevos desprendimientos que truncaron la intención de reabrir la totalidad del Corredor ayer mismo. Y ello pese a que el personal desplegado instaló barreras de hormigón, similares a las que actúan como mediana, frente al talud en la parte más afectada por las lluvias, con la intención de evitar nuevos desprendimientos.

El corte de tráfico obligado desde los desprendimientos de la noche del viernes mantienen cerrado un sentido del Corredor entre los puntos kilométricos 0 y 3. Se trata de la consecuencia más grave que dejó en O Morrazo el último temporal que azotó la comarca. Se suma a los problemas similares que había sufrido esta carretera a la altura de la primera salida de Cangas y en el tramo hacia Aldán en el invierno de 2014.

Entonces hubo que desviar el tráfico por la salida canguesa durante varios meses e invertir cerca de un millón de euros en estudios geológicos y trabajos para detener el desprendimiento del talud. En esta ocasión desde la Consellería señalan que el problema es menos grave de lo previsto inicialmente y esperan que el lunes pueda reabrir la circulación.

Las continuas lluvias originaron ayer nuevos desprendimientos y para tratar de asegurar el talud el personal de Conservación instalará unas nuevas estructuras de hormigón, en este caso en la parte alta del mismo, con el objetivo de detener las filtraciones de agua. El punto conflictivo se sitúa justo en el único tramo del Corredor con un carril intermedio habilitado para adelantamientos.

Está previsto que hoy, domingo, continúen los trabajos y los técnicos evalúen si la solución adoptada garantiza o no la seguridad. Desde Infraestruturas se comprometen a mantener inspecciones continuas en ese punto incluso después de la reapertura. Y es que el desprendimiento de piedras pudo ocasionar una tragedia el viernes si llega a alcanzar a algún vehículo en circulación.

La Guardia Civil de Tráfico fue la encargada, esa noche, de despejar el sentido de la circulación. Los coches que pretenden acceder a O Morrazo desde Vilaboa o desde la AP-9 deben conducir por la carretera del litoral PO-551. Eso sí, en sentido Cangas-Vigo el tráfico puede circular sin problema por el Corredor.