Con la modificación de varios artículos de la ordenanza fiscal en vigor (aprobada durante el mandato del PP) se recuperarán la periodicidad trimestral de los recibos y la división entre consumos domésticos y no domésticos. Las familias medias (cuyos consumos habituales rondan entre 15 y 45 metros cúbicos por trimestre) estarán entre las más beneficiadas por la aplicación de las nuevas tarifas, y entre las más perjudicadas estarán las titulares de viviendas con consumos muy bajos o inexistentes, como es el caso de las segundas residencias durante los periodos que no están habitadas, que ahora volverán a pagar un mínimo aunque no utilicen el servicio. Los negociadores municipales sostienen que es preferible que haya más gente que pague, aunque sea poco, para que otros muchos paguen menos, aplicando un reparto equitativo de los costes.
Además, se recupera la tarifa industrial -"atenuada", dicen- para repercutir más cargas en los consumidores que utilizan el agua como "incentivo" de negocio y no como necesidad de vida, según su criterio. Además, esa tarifa industrial permite repercutir los costes de sanear los vertidos industriales sobre las empresas y no sobre el conjunto de vecinos. El proceso de tramitación y las modificaciones que se llevarán a Pleno el jueves se explicarán mañana a las ocho de la tarde en una asamblea abierta en el consistorio, donde también se resolverán las dudas de los vecinos.
