Las lluvias de las últimas horas hicieron que ayer por la mañana fuese visible una mancha en el litoral de Domaio, entre la gasolinera y las instalaciones de Fandicosta. Pese al susto inicial de algunos vecinos el color del agua se debía a la tierra desprendida del Corredor, que se filtró hasta la costa.

Aunque la mancha se extendió a lo largo de toda la jornada, desde la Axencia Galega de Infraestruturas se coordinaron con la Consellería do Mar para la instalación de barreras en la línea del litoral. Se estudió también la ubicación de barreras flotantes para evitar que la tierra alcance las bateas ubicadas frente a la costa de Domaio, aunque de momento no se tomó esta decisión.

Cerca del litoral se encuentran las antiguas jaulas de producción de rodaballo de la cooperativa Loitamar. Pero están en desuso desde hace años y a la espera de ser retiradas. La mitad de estas estructuras ya se quitaron del mar y se desguazaron. Por lo tanto, de momento la tierra no afectó al sector económico relacionado con el mar.