El debate, pausado durante casi toda la sesión, se calentó al final con la moción del PP instando a frenar el supuesto aval del gobierno cangués a que la empresa Acciona cobre por vía ejecutiva los recibos atrasados por el servicio de depuración. El concejal Pío Millán acusó al alcalde de ser "intermediador activo" entre la antigua concesionaria y los vecinos y de "facilitarlle as cousas" remitiendo escritos al ORAL y a la propia compañía, pero fue su jefe de filas, José Enrique Sotelo, quien intervino de forma más vehemente para acusar a Pazos de "unha auténtica estafa" y de no ser "un personaxe de fiar", además de referirse al PSOE como "franquicia" de la empresa, por no entrar en votación. El alcalde negó que se hayan cobrado ni se vayan a cobrar dichos recibos "ao menos que un xuíz me enchirone" y acusó al PP de ser "especialistas en crear alarma social".
