A principios del año pasado se trasladó desde Cotobade un cañón idéntico al que había en la antigua batería militar de Cabo Udra, una pieza de artillería que sigue en una finca del polígono industrial de Castiñeiras a la espera de su restauración y de un posible traslado a Udra. La iniciativa corresponde a la Asociación Defensa y Memoria del Patrimonio Histórico-Militar Abandonado y cuenta con el visto bueno del Concello. No obstante, los terrenos son titularidad de los comuneros y la junta directiva a día de hoy sigue sin constancia oficial de esas pretensiones. "Quedaron en dirixirse a nós para redactar un convenio, aínda que a día de hoxe ninguén se puxo en contacto coa xunta directiva para este asunto", se quejan.