La propuesta de peatonalización del Casco Vello promovida por el gobierno de Cangas es "precaria, sin rigor, poco seria y sin futuro" a ojos del grupo municipal del PP, que culpa al tripartito de no aportar soluciones y de sugerirlas tarde y mal, en lugar de redactar un plan director serio y con carácter definitivo, realizando un estudio de necesidades y circulaciones, tanto públicas como particulares, y aportando soluciones con el consenso de vecinos, comercio y asociaciones.

El concejal Rafael Soliño cree que han transcurrido ocho meses perdidos sobre este asunto desde el cambio de gobierno. "Solo hace falta darse una vuelta por el Casco Vello para darse cuenta de que lo único que varió en este tiempo es la colocación de una piedra en la parte alta de la calle Valentín Losada", asegura, y advierte de que para lo único que ha servido ese trámite es "para generar accidentes de tráfico un día sí y otro también".

Para el PP, el estacionamiento es "el gran problema del centro de Cangas". Reclama aparcamientos "estables y definitivos", pues con las medidas adoptadas por el actual gobierno "se está hipotecando la peatonalización del Casco Vello basándolo en una política de aparcamientos provisionales que en cualquier momento sus dueños pueden cerrar". Por contra, las únicas diferencias de la propuesta del tripartito con respecto a lo que ya hay son la sustitución de los carteles informativos en los accesos a la zona peatonal, por otros más grandes, la restricción de la circulación con vallas en Méndez Núñez o establecer un sistema de control "mediante una pegatina en el parabrisas, un disco" u otros dispositivos.

"¿Es una pegatina la panacea para el Casco Vello? Porque las pilonas son las mismas y los policías también", se sorprende Soliño, que no ve en ello la solución para el control efectivo de los accesos ni trazas de que ese plan llegue a buen puerto. Eso sí, el edil del PP reconoce que a ACE y Asemblea, socios en el tripartito, son "unos verdaderos expertos en pegatinas. No hay más que ver cómo dejaron las farolas y el mobiliario urbano tras las elecciones", ironiza.