Europa se ha colado en las huertas de las casas para controlar el uso de los productos fitosanitarios contra las plagas y enfermedades de los alimentos vegetales; y los vecinos con huertas, frutales o viñas que antes podían adquirir estos productos, como sulfatos o herbicidas, en las tiendas agrarias sin ningún problema, ahora tienen que estar en posesión de un carné de manipulador, que es necesario cuando se trata de un uso profesional de estos productos. En el caso de los sulfatos, la diferencia entre el uso profesional y el uso doméstico que no requiere de carné, lo marca la cantidad, tal y como señalan en una tienda agraria de la comarca. Un herbicida a partir de un litro ya se considera profesional, mientras que el envase de medio litro es de uso para jardinería. El problema surge en el precio que es más caro el de uso doméstico, ya que el producto profesional se grava con el 10% de IVA mientras que el otro con el 21%: "El uso jardinero le sale mucho más caro al vecino", añaden.

La obligación del carné entró en vigor mediante un decreto el pasado 26 de noviembre pasado y ha disparado la demanda de los cursos de manipulador y al mismo tiempo las quejas por la escasez de la oferta formativa de la Xunta, que organiza los cursos a través de la Consellería de Medio Rural, con un precio de sólo 8,85 euros, frente a los de las entidades colaboradoras que rondan los 100 euros. Los vecinos que quieren ese carné se encuentran que no hay cursos de la Xunta y, por lo tanto, se tienen que ir a la oferta privada o en algunos casos marcharse "en autobús a Castilla y León, como están haciendo muchos en Galicia" en donde se están ofreciendo cursos on-line que la Xunta no autoriza en la comunidad, tal y como señala este mismo responsable de una tienda agraria de la comarca.

A esta problemática, se ha añadido el nuevo cupo de inscritos que se ha reducido de 10 a un máximo de 20 por curso, cuando antes era de 30, según recoge la Xunta en el "Plan de formación continua no agro galego 2016", que se financia con fondos europeos. Desde la Consellería de Medio Rural aseguran que por el momento no disponen del calendario de cursos a realizar este año porque hasta el día 31 sigue abierto el plazo para presentar las solicitudes "aunque se están planificando unos nuevos". Confirma que el año pasado se realizaron 212 cursos en toda Galicia, de los que 57 fueron en la provincia de Pontevedra.

El Concello de Moaña, a iniciativa de la Federación de Vecinos A Chamusca, recogiendo las quejas de la Asociación de San Martiño, abrió un plazo de inscripción de interesados para solicitar estos cursos de la Xunta y en tres días, tal y como señala el edil de Medio Ambiente, Odilo Barreiro, se han inscrito 91 personas. El edil asegura que los vecinos de Moaña tenían como única opción de cursos uno en Cangas, que ya está lleno y dos en Pontevedra, pero con 20 plazas cada uno. Desde el Concello se ha reclamado también la presencia de un técnico de Medio Rural para que explique bien el decreto de uso de productos fitosanitarios ya que no es obligatorio el carné para todos los productos.

Hay vecinos que aseguran en las tiendas que no van a hacer caso a esta obligación y van a ir a Portugal a comprar los productos fitosanitarios, pero los profesionales advierten de que pueden ser sancionados y que en Portugal se van a encontrar también con el mismo problema, ya que la medida es a nivel de Europa.

Aseguran que la nueva normativa ha creado, sobre todo, mucho problema entre las personas mayores que tienen que afrontar un curso de 25 horas de duración, en el caso del carné básico; y de 60 horas en el de carné cualificado, y provoca también situaciones paradójicas ya que una persona se puede llevar la misma cantidad de producto fitosanitario para uso doméstico que si fuera para uso profesional: "Si se lleva cuatro envases de medio litro es lo mismo que dos de litro, con la salvedad de que por los primeros paga el 21% de IVA y por los segundos el 10%, pero la cantidad es la misma".