La gota que colmó el vaso y que llevó a José Manuel Rosas, siempre según las fuentes consultadas, a presentar su dimisión, fueron las gestiones del presidente de la Federación Gallega de Cofradías, Tomás Fajardo, en el conflicto del cerco por haber omitido su deber de transmitir el acuerdo de la asamblea del día 21 en el que se acordó presentar una propuesta de solución para el cerco. No hay que olvidar que en Bueu, en donde Rosas es patrón mayor, hay cinco armadores del cerco, con sus respectivas tripulaciones afectadas, que estuvieron participando en la acampada de protesta, de tres meses de duración, en Santiago y después en el encierro de dos días en el Concello de Bueu, que viven de esta pesca y que han tenido que estar parados por falta de cuota.

El 21 de diciembre pasado la Federación Gallega de Cofradías había llegado a una propuesta que Fajardo tenía que presentar a la conselleira de Mar, Rosa Quintana, en una reunión al día siguiente con el sector. Sólo acudió el presidente de la Federación Gallega, pero no transmitió dicho acuerdo de la asamblea.

La Federación tiene prevista para este sábado una asamblea en su sede, en Ames, en la que se dará a conocer la dimisión de Rosas como también la de l otro cargo de vicepresidente en los órganos de gobierno, que ostenta Faustina Solloso, de Lugo, aunque en este caso por motivos personales.

Se prevé que la asamblea vaya a ser muy tensa teniendo en cuenta que José Manuel Rosas acudirá a la misma para exponer sus argumentos y habida cuenta de su carácter y de que no quiere verse salpicado por esta gestión.

El patrón mayor de Bueu sí que ha comentado a su círculo más cercano que él tiene una reputación y que no quiere que sea vea enturbiada por la manera de gestionar del presidente de la Federación Gallega de Cofradías.