El entorno de la Praza Massó y calle Johán Carballeira de Bueu recobraron ayer la normalidad después de la alerta y las restricciones del lunes a causa del incendio de un coche en uno de los sótanos del aparcamiento subterráneo. Desde primera hora de la mañana los vecinos que tenían sus vehículos estacionados en la sección afectada comenzaron a retirarlos: unos lo hicieron directamente, tras ponerlos en marcha, y otros, aconsejados por sus talleres, los remolcaron hasta la superficie y luego fueron retirados por una grúa.

Hasta el lugar del suceso se desplazó a primera hora de la mañana una unidad de la Policía Judicial de la Guardia Civil para inspeccionar la zona y el vehículo incendiado, que estaba estacionado en la planta -3 del parking subterráneo. De momento todo parece indicar que el incendio se produjo por causas fortuitas, como un posible cortocircuito, puesto que según los testigos presenciales el fuego comenzó bajo el capó del Renault Scénic, en la zona del motor. El coche de momento quedó precintado y no podrá ser retirado del lugar. A su lado permanece el Mercedes Clase A que también resultó afectado por las llamas. Familiares de la propietaria acudieron ayer por la mañana para hablar con representantes de la empresa del aparcamiento para informarse de cómo presentar las pertinentes reclamaciones.

Hoy está previsto que regrese la Guardia Civil al lugar para concluir con el examen de la zona y se sabrá si se pueden retirar ya los coches siniestrados. Hoy también acudirán a la urbanización Massó los peritos de la aseguradora que tiene contratada la comunidad de propietarios para valorar los daños en las zonas comunes, como la propia área de estacionamiento. "Para los daños en zonas privadas, como la limpieza de la vivienda o de los trasteros, los vecinos deberán reclamar a su propio seguro de hogar para que a su vez le reclame al seguro del coche", explican desde la comunidad. Algo parecido ocurre con los dueños de los vehículos que fueron afectados por el humo y los restos del incendio: deben dar parte a su compañía para que ésta a su vez reclame a la aseguradora del vehículo, un coche de sustitución que pertenece a un taller.