Manuel Blanco lleva más de 80 días participando, como miembro de la Asociación de armadores del cerco de Galicia (Acerga), en la acampada de protesta del sector en Santiago y ayer no le faltaron fuerzas para encabezar, con otros ocho armadores de O Morrazo, un encierro en el salón de plenos del Concello de Bueu, que se prolongará en principio dos días, mientras se celebran las negociaciones en Madrid para la reasignación de cuota para este año. Manuel es armador de Bueu, propietario del " Manolito Tres" y como sus otros compañeros de Bueu, Cangas y Moaña acudió al encierro, que comenzó a las 16.30 horas, con su tripulación. Entre ellos se encuentra el también vecino de Bueu Juan José Pérez Piñeiro, que estuvo respaldado por su familia, su mujer y sus dos hijas de muy corta de edad que revoloteaban por el salón de plenos entre una flota, con caras serias. Los marineros preparaban sus sacos de dormir e inchaban sus colchonetas para pasar la primera noche, mejor cobijados, eso sí, del frío y la humedad que sufrieron en Santiago.

En la concentración participan también los armadores de Bueu Elías, Izau y David Simes, propietarios de "Dos meros", "Marín de Bueu" y "Cristo da Laxe", respectivamente, Ramón Otero, armador del "Segundo 2000"; el único armador del cerco de Cangas, Jorge García Graña", propietario de "O Subrido" y tres de Moaña Miguel Rúa, armador del "Isolde", Manuel martínez del "Nuevo José Manuel" y Francisco Javier Martínez, del "Perla del Pacífico". El encierro contó con el apoyo de concejales, del diputado Xosé Leal y del alcalde, Félix Juncal que dijo que cuando le propusieron la iniciativa no tuvo inconveniente porque "esta es la casa del pueblo y puede ser un momento importante de ayuda en la causa, para poder garantizar que el cerco siga siendo su medio de vida".

Juan José Pérez, tripulante del "Manolito Tres", asegura que tiene 41 años y lleva pescando en el cerco desde los 16. Reconoce que cuando empezó no había cuota alguna y que el problema surgió hace dos años cuando se estableció un "reparto ilógico y surrealista. La cuota que dan para todo el año llega sólo para dos meses", asegura este marinero de jurel y caballa. Reclama una cuota igual para todos y que no haya esa diferencia con los barcos con derechos de capturas históricas que dejan a los demás prácticamente sin reparto para poder trabajar.