El presidente de la agrupación de bateeiros Cons de Udra, y propietario de los mejillones que iban cargados en el camión de su cliente, Amador Mallo, asegura que el muelle se ha convertido en una trampa y es un campo de minas. Reconoce que las instalaciones se acometieron hace algo más de diez años con un relleno principalmente de arena que el mar ha ido excavando y ahora deja el pavimento en el aire, como ayer quedó demostrado. Es cierto, dice este bateeiro que el mar en Bueu bate con mucha fuerza y hace mucho daño, sobre todo con esta sucesión de borrascas de las últimas semanas que han golpeado mucho y el mar escarba los rellenos artificiales.

Amador Mallo confirma que el guardamuelles de Portos estuvo en el lugar del siniestro y elaboró un informe por lo que esperan una respuesta de este organismo, al que no culpan porque la obra es anterior, pero temen que con los recortes que hay se repare sólo este cuadrado con piedras y hormigón.

Además del estado del firme del dique, el sector se queja además de otras cuestiones como el mal estado de las escaleras de acceso a los barcos o la propia rampa de la báscula de pesar, que aseguran que se ha construido muy corta y tiene mucha pendiente, por lo que los vehículos tocan en la calzada.

Por otra parte, creen que debería de realizarse un mejor raciocinio del espacio portuario porque, como todos los muelles que están con el muelle en el centro se utilizan como aparcamientos.