Todo parecía que había vuelto a la normalidad. La calle Carlos Casares, en Cangas, que el viernes había quedado anegada afectando a casas, ayer ya no tenía agua tras desatascar el Concello el saneamiento, y todo apuntaba a que la lluvia iba a dar una tregua en una jornada en la que el mal tiempo se hacía notar más en el mar. De hecho se suspendió el transporte marítimo de pasajeros en la ría, tanto en Cangas (de 11.00 a 19.00) como en Moaña (desde las 14.00 horas), aunque no se bajaban las guardias en los tres ríos: Bouzós, en Cangas; Ladróns, en Moaña y Bispo, en Bueu. Pero a las 19.30 saltaron las alarmas cuando se desató una tormenta con abundante aparato eléctrico y trombas de agua que anegó la zona de la Avenida de Marín, en Cangas; y dejó sin alumbrado público, al menos, calles de otras zonas de Cangas como Alexandre Cribeiro, un tramo de la avenida de Bueu, entre la gasolinera y la rotonda do Mexilón, y A Rúa.

Las inundaciones afectaron en la avenida de Marín y calles adyacentes que se vieron anegadas también por el abundante lodo que bajada del aparcamiento de tierra al aire libre en Altamira. La Policía Local de Cangas tuvo que acudir al frente de la plaza de abastos, en donde se acumuló agua al atascarse los aliviaderos y se acumuló bastante agua también en la avenida de Ourense, así como barro en el vial de Coiro-Parada. Protección Civil tuvo que achicar agua en la fábrica de cervezas detrás del Gatañal y controlar el cruce entre la avenida de Bueu y Salgueirón por un salto de agua que alcanzaba casi un metro y era peligroso para la circulación.

En Moaña, estuvieron pendientes de la subida del nivel del río Ladróns, como también en Bueu, en el río Bispo, en donde la Concejalía de Medio Ambiente estuvo limpiando el cauce. El Concello también procedió a abrir una zanja detrás de la pista del colegio Virxe Milagrosa para evitar la acumulación de agua y en O Viso, número 17, los vecinos valoraban los daños de la caída de un muro de bloques de piedra, construido sobre otro de mampostería y que se derrumbó sobre un camino que impedía ayer el acceso a una de las casas de esta urbanización. El muro que se derrumbó dejó la finca de una de las casas suspendida en el aire.