El grupo municipal de Emergencias de Cangas daba ayer el dato de las precipitaciones en O Morrazo: 42 litros por metro cuadrado a lo largo de 12 horas. Según la estación del Puerto de Vigo, el momento más intenso de lluvia se produjo a las 6.18 horas, dejando los ríos de Cangas, Moaña y Bueu muy cerca del desborde. De hecho, el Saíñas inundó algunas fincas en su tramo final, cerca ya de Rodeira. El Grupo de Emergencias de Cangas y Protección Civil realizaron una permanente vigilancia sobre el río Bouzós, al que más se teme en días como el de ayer y los que se avecinan. Tal es así que se retiraron varios troncos procedentes del tramo superior del río y un palé. Una excavadora del Concello estuvo retirando arena del cauce y se limpió la zona junto a la rejilla, en la rúa Atranco.Todo esto ocurría a las 7,30 horas y a las 8,15 se temía que el río desbordara de nuevo, a pesar de la limpieza a la que había sido sometido en días y meses precedentes. Por eso se desalojó algún garaje y varios bajos. Pero esta vez hubo suerte.

No la tuvieron tanta los vecinos de la calle Carlos Casares, en Cangas. De nuevo inundada como consecuencia del atasco que se produce en la red de saneamiento. Durante horas los bomberos del parque comarcal de O Morrazo estuvieron achicando, sin que impidiera que el agua entrara en algunas de las casas, provocando la consiguiente alarma.

Hubo también problemas de inundaciones en Pinténs, en la carretera de la Diputación de Pontevedra, donde la tierra que baja de una obra atasca las rejillas y provoca bolsas de agua que Protección Civil ayudó a desatascar con vecinos. del lugar. También se actuó por la formación de bolsas de agua en la carretera PO-554, entre las rotondas de A Rúa y el Gordo. Hubo también cortes de luz en Viñó, aunque el suministro eléctrico, al contrario que en otras ocasiones, se repuso de forma rápida.

En Moaña las incidencias fueron menores pero su número fue muy alto. El personal de Obras e Servizos tuvo que actuar en puntos muy distintos del municipio, según explicó la edil Marta Freire.

De madrugada, antes de las 5.20 horas, un árbol de gran tamaño se desplomó sobre la carretera provincial Meira-A Fraga, a la altura del viaducto del Corredor. Personal de la Diputación empleó tres horas en cortar el tronco y despejar la calzada.

El viento y las intensas lluvias de la noche y de las primeras horas de la mañana derrumbaron sobre la carretera el muro exterior de una vivienda en el barrio de Outeiro, en la parroquia de San Martiño.

Entre las incidencias se encuentra el desprendimiento de tierra en un camino del barrio de Xalde o las filtraciones de aguas en una vivienda de Domaio debido al atasco en una tubería. Personal del Concello atajó este problema, en la subida al colegio.

El mayor riesgo hasta que las lluvias permitieron una tregua por la tarde estuvo en el caudal del río de Os Ladróns. A su paso por el entorno del colegio Reibón el agua llegaba prácticamente a la altura del puente peatonal que cruza el curso de agua.

Los trabajadores de Obras se afanaron en despejar la canalización del río bajo la carretera para evitar que se desbordase. La concejala Marta Freire señala que piden desde verano a Augas de Galicia una limpieza intensiva del río de Os Ladróns sin que de momento hubiese respuesta. Solicitó también de la Diputación una solución técnica al problema generado tras el asfaltado del vial provincial en O Beque, pues las lluvias inundan los sótanos de varias viviendas desde entonces.

En las últimas dos semanas, y ante la previsión de las intensas lluvias, el Concello moañés limpió más de 60 rejillas de recogida de aguas en las distintas vías. Ayer se actuó también en A Cerradiña, un punto conflictivo en el que se suelen acumular bolsas de agua.

Mientras tanto, en Bueu, el municipio que más sufre inundaciones, aguantó bien la jornada, aunque por la tarde se propdujo la caída de un muro de piedra de una vivienda en Outeiro.