Un joven alcatraz con la pluma sin mudar fue trasladado ayer desde Cangas al Centro de Recuperación de Aves de Cotorredondo, en Vilaboa.
Alrededor de las 13.30 una joven circulaba con su coche por una de las travesías de San Roque, concretamente cerca de la Cooperativa Airiños, cuando se encontró el ave. Comprobó que no se apartaba de la carretera y de inmediato pudo comprobar que el animal se encontraba herido. Hasta allí acudió otro joven y, entre ambos, intentaron acorralarlo y apartarlo de la vía para que no sufriera daño. En la operación, la joven sufrió los picotazos de este ave que tenía un metro y ochenta centímetros de envergadura con las alas desplegadas, a pesar de su juventud.
Más tarde llegó Cristina. Ella se ocupó del animal tras advertir la primera socorrista que se tenía que marchar para entrar a trabajar. La idea que surgió en la mente de todos fue la de echar sobre el ave una red. Y así se hizo. Un vecino de la zona se ocupó de traerla de casa y su captura no fue difícil. El alcatraz no podía volar, apenas podía moverse del sitio en en que se encontraba. Una vez capturado, los vecinos llamaron al Centro de Recuperación de Aves de Cotorredondo. Pero los efectivos de este centro no estaban operativos hasta la tarde, así que desde allí se pidió la colaboración de Protección Civil de Cangas. Los efectivos de este cuerpo se trasladaron a San Roque y metieron al ave en una jaula y lo trasladaron hasta la sede de Protección Civil de Cangas, en A Rúa. Por la tarde, un veterinario del Centro de Recuperación de Aves de Cotorredondo acudió a recogerlo. Según los vecinos, el animal se encontraba muy débil. Todos coincidían en que se trataba de un animal joven.
El Centro de Aves de Cotorredondo no facilitó información posterior acerca del estado de salud del animal. Afirma que tiene prohibido dar información a la prensa.
