La lluvia dio una tregua esta tarde y las cabalgatas de Cangas y de Bueu se pudieron celebrar, según lo previsto, aunque en medio de un intenso frío. En Moaña, el Concello ya había suspendido ayer el desfile de las carrozas y los Reyes Magos fueron recibidos en el pabellón de Reibón, adonde llegaron montados a caballo y en donde les esperaban dos carrozas, con motivos de corte tradicional inspirados en Oriente. En el pabellón se instalaron hinchables y tocó la Banda Airiños do Morrazo.

La cabalgata en Cangas fue puntual. Partió a las seis de la tarde, compuesta por cinco carrozas, dos de los colegios Casa de la Virgen y Nazaret y tres de los Reyes. Encabezaba el desfile la carroza de la Casa de la Virgen, que portaba la estrella anunciadora del nacimiento de Jesús; mientras que la carroza de Nazaret lo cerraba con el barco del capitán Garfio y el Big Ben de Londres.

En medio, iban los tres Reyes, cada uno en su carroza, la de Baltasar con motivos africanos; otra con adornos reales y Gaspar en una artística con obras de Dalí, a los que acompañaron bailarinas de la Escuela de Danza de Margarita Outeiral.

Los Reyes Mayos en Moaña. // Santos Álvarez

En Bueu no hizo falta tampoco el plan B de la lonja, porque la lluvia dejó concluir todo el recorrido de la cabalgata desde Pescadoira hasta la Praza do Concello en donde los Reyes leyeron su tradicional discurso: "Chegamos a Bueu para traervos paz, ledicia e a petición dun mundo máis xusto e feliz. Foi longo e canso o camiño desde Oriente ata chegar aquí, pero descubrimos unha vez máis que o esforzo paga a pena ao ver os sorrisos iluminando as vosas caras. Estes días estivemos moi atarefados pola morea de cartas recibidas, as cales lemos con detemento para poder cumprir cos vosos desexos. Nenos e nenas de Bueu e de todo o mundo!, sodes o futuro e por iso tentaremos cumprir todos os vosos desexos..."

Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron las calles de la villa en tres carrozas confeccionadas previamente por las Anpas de los colegios Virxe Milagrosa, A Pedra y A Torre de Cela, con motivos que aludían al universo, la fastuosidad de oriente y la Navidad.

Los Reyes en el Ayuntamiento. // Santos Álvarez