El timón de la Mancomunidade do Morrazo cambia de manos. El alcalde de Bueu, Félix Juncal, asume por tercera vez la presidencia del ente supramunicipal y toma el relevo de la regidora moañesa, Leticia Santos, que apenas ha estado seis meses al frente del organismo. Los estatutos establecen una presidencia rotatoria, que cambia cada dos años, entre los ayuntamientos de O Morrazo. Juncal regresa al cargo con el objetivo de "abrir novos frentes", en referencia a la necesidad de que la Mancomunidade asuma nuevos servicios y competencias y deje de ser un organismo "do que se fala exclusivamente pola xestión do lixo".

El nuevo presidente recupera una idea ya expresada hace unos meses en un acto en la aldea de Ermelo en el que estuvieron los máximos responsables de los tres municipios: "Temos que potenciar o concepto de comarca, que agora existe dunha forma case simbólica ou virtual, e dotalo de contido". En esta idea parecen estar de acuerdo los tres gobiernos municipales y a lo largo de los últimos meses se han deslizado algunas ideas sobre cuáles serían los servicios que se podrían compartir: turismo, limpieza de playas y limpieza viaria, aprovechando la maquinaria de la que dispone la Mancomunidade. "O fundamental será o diálogo entre os grupos presentes no ente supramunicipal para acadar o maior grado de consenso e vertebrar de novo a Mancomunidade", apunta Juncal. Eso implicará la constitución de las nuevas comisiones informativas, un trámite que no se llegó a realizar después de las elecciones municipales de mayo. Durante este periodo solo hubo una reunión de la junta de gobierno mancomunada.

El otro gran objetivo es recuperar una de las ideas fundacionales de la Mancomunidade, que era la apuesta por el compostaje a la hora de gestionar la basura. "Hai que seguir avanzando nun proxecto que foi concebido como unha planta [la de A Portela] , hai que ir cara un modelo máis respectuoso co medio natural", defiende Juncal.

A lo largo de los próximos dos años habrá que tomar decisiones que serán clave como la del nuevo contrato de gestión, que actualmente se presta a través de una empresa concesionaria, Recolte. El contrato vence en mayo de 2018 y, aunque para entonces la presidencia recaería ya en Cangas, los plazos obligan a que algunas decisiones se vayan tomando con anterioridad.