Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los zamoranos piden a Pazos, sin éxito, que les levante el veto para instalar dos puestos en el mercadillo de Cangas

El alcalde les comunicó que la sanción es cautelar -La definitiva, cuando se resuelva el expediente

Fernando Duval, patriarca de los gitanos zamoranos, en el centro, en su puesto de Cangas. // Santos Álvarez

Hasta que el juez tome una decisión sobre la reyerta entre clanes gitanos que se produjo el 16 de octubre en el mercadillo de Cangas y el Concello resuelva el expediente, el alcalde no permitirá que instalen sus puestos ninguno de los cuatro vendedores ambulantes afectados por la medida. Así se lo hizo saber Xosé Manuel Pazos a los dos comerciantes "zamoranos" cuya licencia quedó suspendida de manera cautelar el 16 de octubre, al igual que las de dos miembros de la familia de los "morones" que fueron identificados como responsables de la trifulca.

En la reunión de ayer, los dos ambulantes zamoranos explicaron a Pazos que no se sienten responsables del incidente, sino que fueron ellos los agredidos por el grupo que lidera Sinaí Giménez, al que en el colectivo culpan de mantener una actitud provocadora y beligerante para intentar amedrentar a sus rivales y quedarse en exclusiva con el control del mercadillo.

El regidor les explicó que su papel no es dar o quitar razones sobre el conflicto, sino tomar decisiones a raíz de los informes policiales sobre lo acontecido, y los agentes identificaron a cuatro vendedores en la pelea sobre los que se ha cursado denuncia judicial y a los que se ha abierto un expediente administrativo que sigue su curso. La suspensión es cautelar, y solo cuando ambos se resuelvan se conocerá la medida definitiva, les transmitió Xosé Manuel Pazos, que insiste en que se pondrán todos los medios necesarios para garantizar la seguridad en el mercadillo y hacer cumplir la legislación a todos los actores implicados, como ya está sucediendo.

El mercadillo de hoy se celebrará con vigilancia policial reforzada para evitar que se instalen los vendedores afectados por la suspensión cautelar y que se produzcan fricciones entre ambos bandos, aunque el alcalde confía en que impere el sentido común y las fuerzas y cuerpos de seguridad no tengan que intervenir. Muchos vendedores también han mostrado su malestar por la mala imagen del mercadillo de Cangas a raíz de la reyerta entre colectivos, que repercute negativamente en las ventas y la rentabilidad de los negocios.

Compartir el artículo

stats