Además de la situación financiera, que la actual directiva tiene bien documentada a través de una asesoría, los representantes de la asociación muestran cierto cansancio por la entrega personal a una causa que no siempre se encuentra socialmente valorada. Ni siquiera por todos los socios, pues casi 200 de los 725 que están inscritos no han abonado sus cuotas, según el último cómputo. Y las aportaciones de la Administración pública ya no son lo que eran. "Nin siquera pagan a prensa ou as barallas de naipes", en los que gastan más de 300 euros al mes. Así, su futuro se dirimirá en las elecciones de la próxima primavera.