La petición de renuncia a la aplicación de un alza del 10% en los valores catastrales ya cuenta con un antecedente positivo en el Concello de Bueu. En febrero de 2013 el gobierno local envió una solicitud a la Gerencia Territorial del Catastro de Pontevedra para que en el ejercicio siguiente se aplicasen unos coeficientes actualizados. El 24 de septiembre de ese mismo año volvió a dirigirse al Catastro para renunciar a ese incremento puesto que el Estado acababa de prórrogar el aumento en los tipos impositivos del IBI. Esa petición nunca fue contestada oficialmente, aunque sí se tuvo en cuenta. "Non chegamos a recibir ningunha resposta. O Catastro limitouse a non aplicar os novos valores no recibo do ano 2014", asegura el regidor.
Con estos antecedentes en el ayuntamiento buenense mantienen su sorpresa por la contestación verbal de la gerencia territorial de Pontevedra, en la que se manifestó que la solicitud se presentó fuera de plazo. Todo pese a que el escrito de renuncia fue remitido incluso antes que en 2013: la instancia firmada por el alcalde tiene fecha 9 de septiembre. En ella se expone que "teniendo en cuenta el proceso de regularización catastral que se está llevando a cabo y para evitar un esfuerzo impositivo adicional a los vecinos del municipio" se insta a dejar sin efecto la solicitud de aplicación de coeficientes, que se presentó el 10 de julio. "Na circular non figura tampouco que houbese ningún tipo de prazo para ese desestimento", insisten desde la Alcaldía, que confían en que finalmente el Catastro anule esa actualización.
Las razones que llevaron al consistorio a solicitar en 2013 y en 2015 la aplicación de nuevos valores catastrales son idénticas: la previsión de una bajada del tipo impositivo del 0,60 en el ejercicio siguiente, que suponía ingresar 400.000 euros menos (de 1,6 millones a 1,2). Finalmente en 2013 el Estado decidió prorrogar aquel coeficiente, mientras que este año apareció en escena el Plan de Regularización Catastral. "Cando tivemos coñecemento dese expediente e do seu volume decidimos renunciar a actualización dos valores catastrais", explica Juncal. La renuncia se debe a que la recaudación generada por esos expedientes -alrededor de 1.300- era muy similar a la compensación por los nuevos valores catastrales, aproximadamente 100.000 euros. "Trátase de evitar un esforzo adicional aos veciños", recalcan.
Si Catastro finalmente no tiene en cuenta el escrito de renuncia del Concello la valoración catastral de los inmuebles subirá un 10% y no tendría marcha atrás. De hecho sería la primera actualización de valores desde que se aprobó la actual ponencia, en el año 1995. A pesar de ese aumento en el coeficiente desde el Concello subrayan que el recibo del IBI del año 2016 bajará para los vecinos alrededor de un 18% porque el tipo impositivo pasa del 0,60 al 0,45. "Si un vecino con un inmueble con un valor catastral de 60.000 euros pagó este año 360 euros, en 2016 el recibo le bajará a 297 euros a pesar de que el valor suba a 66.000 euros ", ponen a modo de ejemplo los servicios técnicos.
