Apenas aguantó unos minutos. A cierta edad las emociones ya no son fáciles de dominar y las lágrimas y los suspiros se antojan imposibles de disimular. "Lolo" escondía su rostro con una mano, consciente de que iba a ser difícil aguantar el tipo. Es un hombre fuerte ante a las dificultades, pero no ante al cariño de su familia y amigos. El empresario Lolo Paganini rompió a llorar poco después de que la presidenta de Daravelo leyera los méritos de "este home bo" para hacerse con el premio de la Asociación Daravelo. Su mujer y sus hijas, sentadas en la primera fila del salón de sesiones del Concello de Cangas, corrieron hacia él cual miembros del 061. Un poco de cariño y un sorbo de agua repusieron al empresario mientras atronaban los aplausos.

Él mostró ser un hombre de pocas palabras. Pasó demasiado tiempo entre conservas para no saber el valor de las cosas que permanecen en el tiempo, y las palabras son una de ellas, pero deben ser sinceras, apropiadas.Agradeció a su mujer Montse y a sus hij@s (Montse, Sandra, Paula y Manuel), en primer lugar, y después a los trabajadores el haberle ayudado a llegar a recibir la distinción que le entrega Daravelo. Habló de que, al igual que los empresarios, hay trabajadores buenos y malos, aunque éstos son excepción en su empresa. Comentó que la fábrica había comenzado con 40 trabajadoras y hoy hay 96. Mencionó la ilusión que le hacia llegar a cien trabajadoras y se despidió con un "con la fábrica vamos tirando ¿De acuerdo?". Volvieron los aplausos unánimes al salón de sesiones y "Lolo" recordó que se había olvidado de los amigos que estaban en el salón de sesiones después de terminar su pequeño discurso reconocer a rostros que lo habían acompañado en su vida. "Agradecer a todos los amigos que están ahí, que son los de verdad". Y hubo un guiño político, un recuerdo a la anterior corporación por la ayuda recibida para trasladar la fábrica después del incendio que destruyó la nave de Ojea que albergaba la vieja conservera.

El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, manifestó que estaba convencido de que todos los premios que había concedido Daravelo habían sido merecidos, pero ninguno más que el que se entregaba ayer. Alabó la dedicación de Lolo Lago Paganini a Cangas, al pueblo que conforma este municipio y dijo que la villa siempre iba a necesitar de empresarios como Lago Paganini, así que le recomendó que estuviera tranquilo que no solo la anterior corporación, sino también ésta y todas las que vengan sabrán reconocer el trabajo realizado por el empresario y su familia. Aseguró que la fábrica, ahora ubicada en el Alto de A Portela, tras incendiarse en 2011 la nave de Ojea en la que estaba instalada, era una referencia para el pueblo. También expresó su deseo de que la fábrica alcance esa cifra mítica de cien empleadas y terminó dando las gracias a "Lolo" Lago Paganini.

La figura del empresario hizo posible que gran parte de la corporación estuviera presente en el acto. Estaba el ex alcalde José Enrique Sotelo y varios concejales del PP, así como el líder del PSOE, Alfredo Iglesias, el de Cangas Decide, José Luis Gestido, así como el concejal de Educación, Xoán Carlos Chillón (BNG).

Fue un acto entrañable. Al terminar el protocolo, "Lolo" recibió multitud de abrazos y felicitaciones por parte del numeroso público asistente. Fuera de las tribunas, Lago Paganini ya se encontraba más cómodo. Había dejado de sudar.