El alcalde y el concejal de Urbanismo, Martín Villanueva, se refirieron a las quejas vecinales por obligar a los propietarios a costear una sentencia en la que no han sido condenados y por la falta de alternativas para un hipotético realojo. "Estamos falando de procedementos administrativos distintos e teñen que ser incoados aparte. O Concello non vai eludir as súas responsabilidades, por moi dolorosas que sexan e aínda que pasasen 30 anos", afirman. Desde el gobierno local muestran su disponibilidad a mantener una reunión con los afectados para valorar la situación y buscar alternativas. "A nós non nos gusta ter que cumprir a sentenza. Neste caso estamos sendo obrigados", subrayan.