La playa de Rodeira debía de estar cerrada al baño desde el pasado viernes, según las recomendaciones que realiza Avaliación Ambiental cuando se detecta un alto grado de contaminación microbiológica. Esto supone que la presencia de la bacteria ecoli o enterococos superaba los 1.500 NPM/100 mililitros. Fue el jueves cuando se dio a conocer la situación de la playa de Rodeira y desde la Xunta se remitió un fax comunicando la contaminación de la playa y se izara la bandera roja, que prohibe el baño, algo que la concejalía de Playas que dirige Tania Castro no realizó. Sí que es verdad que el sábado se izó la bandera amarilla, pero se achacó a la presencia de una mancha roja que fue achacable a la descomposición de un alga.
Contranálisis
El contranálisis estaba previsto para ayer y sus resultados no se conocerán hasta 48 horas después. El protocolo que se sigue en estos casos es que la playa debe estar cerrada al baño a la espera de los resultados del contranálisis. Esta temporada ya hubo sustos en Menduiña y en Areamilla por los altos nivel de écoli, pero nunca superaron los permitido. En esos casos si que se puso la bandera amarilla. Los resultados del séptimo análisis no se colgaron todavía en la página web de la Consellería de Sanidade, algo que acostumbra a suceder cuando ocurre algo semejante, a la espera del contranálisis. El sexto análisis, realizado el 12 de agosto de 2015, establecía ya unos niveles preocupantes de contaminación de coli, 250.
Vertidos
En el cartel de información de la playa de Rodeira sigue figurando la calidad del agua para el baño como de "excelente". El sábado y el domingo la playa estuvo llena de bañistas.
Este tipo de contaminación microbiológica acostumbra a estar relacionada con el fallo en algún bombeo o el desborde de fecales. La contaminación de la playa de Rodeira siempre está vinculada al río Bouzós, vital en el saneamiento de Cangas.
