Era de esperar. Los feriantes que ayer empezaron a llegar a Cangas para instalar las atracciones de las Fiestas del Cristo lo hicieron con polémica, debido al pliego de condiciones que aprobó el Concello con los precios por la ocupación de las parcelas. El concejal de Cultura, Héitor Mera, encargado de la organización de estos festejos con un equipo de trabajo en el que están las concejalías de Participación Vecinal y Mocidade, había destacado en la presentación del programa de fiestas, el martes, que se trataban de unas fiestas con "cobertura legal" , en contra de las del anterior gobierno, y levantaba en sus manos los pliegos que aprobó el Concello para hacerlas más transparentes como la licitación del patrocinio del espacio de ocio de las naves de Ojea, de la adjudicación de las jaimas y de las autorizaciones de ocupación de dominio público para los feriantes, con un canon de precios que varía desde los 70 euros el metro lineal para los puestos de la alameda nueva a 4.300 euros la parcela de mayor tamaño para los choques de choque.

Las quejas de los feriantes vienen motivadas al precio que tienen que pagar este año, aseguran que deben desembolsar 500 euros más que otros años: "Pagamos más que en Pontevedera", aseguraba ayer uno de estos empresarios que además mostraba su malestar porque también se les establa aplicando la tasa más alta para una ocupación de 50 metros cuadrados, cuando entienden que hasta 50 debía aplicarse la tasa anterior. La diferencia, la verdad, es grande, ya que las atracciones que ocupan un tamaño inferior a 50 metros cuadrados pagan 1.100 euros y las que ocupan entre 50 y 100 metros, 1.800 euros. Existe una diferencia considerable de 700 euros.

El pliego elaborado para este año establece un tipo de canon, mejorable al alza, que contempla 4.300 euros para la parcela delimitada en el aparcamiento del puerto para la atracción de los choques de choque; otro de 1.300 para la parcela en este mismo aparcamiento para los karts; de 2.500 euros para las atracciones, casetas o puestos de grandes dimensiones, superiores a 100 metros cuadrados. Después estarían los canon de 1.800 y de 1.100 euros para las atracciones de 50 a 100 metros cuadrados y las inferiores a 50, respectivamente; una sexta de 90 euros el metro lineal para casetas o puestos tipo tiro tómbola, churrería, bar, venta de dulces o similar y, por último, la de 70 euros el metro lineal para las rosquilleras y puestos de artesanía, ropa...situados en la alameda nueva.

Mera aseguraba que este año se le quería dar total transparencia a los ingresos de los feriantes a través de un sistema por el cual obtenían en el Concello un código de barras con la autorización para ir a pagar el canon correspondiente en el banco, en la cuenta municipal.

También ayer se generó cierta polémica con el reparto de los puestos de ropa de peruanos, tradicionales en el Cristo, ya que cuatro de ellos, procedentes de Cuenca, aseguraban en el Concello que habían presentado la solicitud por internet y no figuraban en la relación de autorizados.

El pliego aprobado también establece un régimen sancionador para el caso de que no se abone el canon. Además de la correspondiente multa -se contemplan entre 50 y 2.000 euros, según el tipo de infracción leve, grave o muy grave,- se procedería al precinto de la instalación, no pudiendo iniciar la actividad mientras no se abone el canon correspondiente. En caso de que el lunes 24, como así consta, no se cumpliera con esa obligación, se dictaría un decreto de revocación de la autorización obligando al autorizado a desmontar y retirar la atracción, caseta o puesto.